Tiene 34 años, es contador público y hoy por hoy está preso imputado de abuso sexual agravado. El profesional fue denunciado por dos hermanas, que le decían "tío" por ser allegado a la familia, a las que habría sometido desde que tenían 5 años mediante juegos perversos, presiones y constantes acosos, según fuentes judiciales.

El caso involucra a un contador de apellido Ezeiza, que fue apresado en estos días por los policías de Seguridad Personal de la Brigada de Investigaciones en su domicilio de calle Güemes, Capital. La orden salió del juez Agustín Lanciani por pedido de la doctora María Teresa Ravetti, de la Fiscalía de Instrucción Nº4, que recibió las denuncias de esas dos chicas de 18 y 17 años, revelaron en tribunales.

Aunque lo llamaban "tío", el contador no es su pariente, sino que es un allegado al que consideraban como de la familia. Lo conocen desde que eran niñas. La mayor de las jóvenes contó en su denuncia que abusaba de ambas desde que tenían 5 años, indicaron.

Él las hacía jugar, pero aparentemente eso era la excusa para engañarlas y corromperlas sexualmente. Una fuente judicial señaló que les proponía jugar a los "primeros auxilios", entonces supuestamente aprovechaba para manosearlas y hacerle respiración "boca a boca". De acuerdo a los trascendidos, la chica también declaró que a los 12 años fue supuestamente accedida carnalmente por el contador.

La denuncia indica que él siempre les decía que "había un pacto" entre ellos. Aparentemente utilizaba juegos, actos de seducción, también amenazas, presiones de todo tipo y hasta mensajes de texto, todo para poder dominarlas, indicaron altas fuentes judiciales. Esto se habría repetido con el tiempo hasta hace un par de años. La otra chica acusó de lo mismo al profesional y aseguró que sufrió los abusos hasta los 15 ó 16 años, revelaron.

Ninguna se animaba a hablar. Sin embargo, la mayor de las chicas comenzó a estudiar en la universidad y tomó conciencia de todo su padecimiento. Entonces tomó fuerza y decidió contarle a sus padres sobre los abusos por parte del "tío". Su hermana hizo lo mismo.

En principio, el caso llegó al Segundo Juzgado de Menores, cuya titular luego giró las actuaciones a la fiscal de instrucción María Teresa Ravetti, dado que había un mayor involucrado. Además de las denuncias de las jovencitas, existe un informe del Comité de Maltrato Infantil que respaldaría todos sus dichos. Eso fue suficiente indicio para que la fiscal pidiera al juez Lanciani la detención de Ezeiza y otras medidas más. El contador está detenido y espera ser indagado en el Segundo Juzgado de Instrucción.