Juan Ariel Trozzo (23) apeló a la vieja estrategia de culpar a otro al que no le puede caer la ley para intentar despegarse de una grave acusación en su contra: haber sido el autor del cuchillazo que le atravesó letalmente un pulmón y el corazón a su rival, Rolando Lara (22), porque creía que la víctima andaba diciendo que lo habían violado en la cárcel. Ante el juez Juan Carlos Peluc Noguera (Sala II, Cámara Penal) admitió solamente haber peleado con Lara en la siesta del 29 de mayo de 2016 en calle Aberastain, entre 16 y 17, en La Rinconada, Pocito. Y no dudó en señalar a Diamantino "Cheto" Ruiz (23) como autor de ese ataque mortal con el cuchillo contra Lara.
No fue una declaración al azar, pues Ruiz fue indagado por ese episodio pero luego fue sobreseído, situación que, por ley, ya no se puede modificar.
Al juez y a la fiscal Leticia Ferrón de Rago tampoco les resultó creíble que después de casi dos años preso, recién ahora venga a declararse inocente. "Cuando uno no tiene nada que ver y más con un homicidio, clama por su inocencia", le dijo la fiscal al imputado.
El juez también le remarcó que tenía numerosas vías (una protesta, mandar una carta al juez) para hacer conocer que él no era el asesino y no esperar hasta ahora.
Todo pasó a las 15,30 de aquel 29 de mayo, cuando Lara y su hermana menor pasaban frente a la casa de la novia de Trozzo con la idea de tomar el micro para ir a la cancha del Club Atenas, en Pocito. Trozzo bebía y fumaba porros con su novia, tres cuñados y Ruiz, cuando pasó Lara y lo invitó a beber. Cuando estiró la mano lo atacaron y, según la acusación, Trozzo lo acuchilló.