El hombre que es intensamente buscado por el doble crimen a puñaladas de su madre y de la pareja de ella en una casa de la ciudad de Rosario, limpió parte de la escena de los asesinatos y dejó anotaciones con los próximos pasos a dar, en lo que se cree que fue un ataque con fines económicos, ya que planeaba quedarse con la vivienda y el auto de las víctimas para venderlas y viajar a otro país, informaron hoy fuentes judiciales.
El fiscal a cargo de la causa, Alejandro Ferlazzo, detalló hoy en una conferencia de prensa que Tamara Marioncini (53) y su pareja, Silvio Martini (65), fueron atacados de manera "muy violenta" a puñaladas y que el hombre tenía "en sus manos y brazos signos de haberse defendido".
El representante del Ministerio Público aseveró que el principal sospechoso es el hijo de la mujer, Mauricio Marioncini (33), y agregó que limpió la escena del crimen y dejó anotaciones vinculadas al hecho.
"Hay elementos y documentos que hacen referencia al hecho y que nos permiten acercarnos a cuáles habrían sido los motivos", dijo Ferlazzo.
El fiscal agregó que esas motivaciones están además relacionadas con agresiones y amenazas previas hacia su madre, las cuales derivaron en denuncias que había hecho la mujer contra su hijo.
"Evaluamos las cuestiones de índole económico, como es la propiedad de la casa", precisó Ferlazzo.
Al respecto, el fiscal dijo que la intención del hijo de la mujer era aparentemente vender la casa de su madre y un vehículo para viajar a Perú.
Otras fuentes vinculadas a la causa, precisaron al respecto que en las varias anotaciones en papel presuntamente escritas por Marioncini hijo luego de cometer los crímenes, había datos de los pasos que pensaba dar.
De acuerdo al titular de la investigación, ambas víctimas fueron asesinadas de "múltiples heridas de arma blanca realizadas con un cuchillo".
"En la escena donde encontramos los cuerpos había mucha sangre, pero el resto de la casa había sido limpiada muy prolijamente", añadió el fiscal.
Además, al momento de ser hallados, los cadáveres de Marioncini y Martrini estaban tapados, todo lo cual hace presumir a los pesquisas que el agresor planeaba ocultar los cuerpos y huir.
El fiscal confirmó que en la casa fue secuestrado un cuchillo que, aunque había sido limpiado, pudo determinarse mediante el uso de reactivo Luminol que fue el utilizado para los ataques, ya que se hallaron restos de sangre.
Ferlazzo indicó que el acusado, un ex integrante de la Prefectura Naval que había renunciado hace años de esa fuerza, es buscado intensamente y que, ante la sospecha de que pueda intentar salir del país, se libró de inmediato su pedido de captura y se dio intervención al departamento Interpol de la Policía Federal Argentina (PFA).
El hallazgo de los cuerpos de las víctimas se registró el sábado pasado, alrededor de las 19, cuando una vecina llamó a la policía preocupada porque no había visto a la mujer ni podía contactarse con ella.
Una patrulla llegó al domicilio situado en la calle Vera Mujica al 4800, del barrio Plata, situado en la zona sudoeste de Rosario, y cuando la policía ingresó encontró los dos cadáveres en el suelo, tapados con bolsas.
Debido a que ambos cuerpos presentaban signos de violencia, los cadáveres fueron trasladados al Instituto Médico Legal de la Unidad Regional II de Rosario para la realización de la autopsia que determinó que ambos fueron habían muerto esa madrugada como consecuencia de múltiples puñaladas.
Por dichos de vecinos y allegados de la mujer, que era dueña de un kiosco, fue su hijo quien atendió el local durante la tarde de ese día y cuando los clientes preguntaban por su madre, él respondía con evasivas o contradicciones.
Las sospechas sobre el hijo surgieron cuando, al llegar la policía a la casa, éste escapó corriendo por la parte trasera.