Daniel Carrizo había llegado en moto hasta una casa de Pellegrini casi Yornet, en La Bebida, Rivadavia, donde iba a realizarse una fiesta. Allí trabajaba un amigo suyo y él había ido a darle una mano. Eran casi las cinco de la calurosa tarde del 31 de enero pasado y Carrizo esperaba a que le abran, cuando sintió que lo tumbaban desde atrás y le daban un puntazo en la espalda. En la confusión, perdió su billetera con $5 y el carnet de la obra social, pero alcanzó a ver que el atacante se escabullía a toda carrera en el Lote Hogar 24. Y hacia allí partió con dos policías que habían llegado en su auxilio. No tardó en señalarles al agresor, que no estaba dispuesto a entregarse: con el mismo cuchillo, hirió en su mano izquierda al agente Adolfo Palacio, que igual lo apresó y le incautó la billetera con los $5.
Allí supieron que ese agresivo sujeto era Fernando Sergio Ontiveros Godoy (26 años, alias “Rambito”), quien de un rato para otro quedaba sin su magro botín de $5 y seriamente complicado por el delito de robo agravado por el uso de un arma.
Así lo entendió el fiscal Gustavo Manini, quien pidió 7 años y 6 meses de condena para Ontiveros, por considerarlo responsable de ese brutal ataque para robar y de la lesión al policía.
Distinta fue la posición del defensor oficial Carlos Reiloba. Pidió la absolución de su defendido. Aseguró que fue creíble la versión del acusado de que esa tarde Carrizo lo había insultado por el ataque de un perro, que no era suyo. Y que él se le fue encima y lo lastimó con el cuchillo, pero no le robó nada.
El defensor se apoyó además en un informe psicológico de “Rambito”, de que es alguien no proclive a atentar contra la propiedad ajena. En última instancia, había pedido que se considere el caso como tentativa de robo agravado.
Sin embargo el juez Raúl José Iglesias (Sala I, Cámara Penal) entendió que las pruebas sí comprometían a Ontiveros Godoy. Y lo condenó a 6 años y 6 meses de cárcel.
También lo declaró reincidente, pues el sujeto ya registraba otra condena de 2 años y 6 meses, que le impusieron el 13 de diciembre de 2011 por tentativa de robo agravado por escalamiento y por el uso de un arma, dijeron fuentes judiciales.
La sentencia del juez Iglesias aún no está firme.

