El "Pitu" Cristian Sebastián Aballay (24) admitió que esa vez su intención era robar a los ocupantes del auto. Nunca imaginó que intentaban asaltar a un policía que los baleó y mató a su cómplice.

 

 

El blanco no podía ser el más apropiado: un auto sin luces encendidas, en completa oscuridad y en medio de una ripiera cerca del río, en Chimbas, lejos de los barrios más inmediatos. El dato que no figuró en los planes de esos dos asaltantes fue que dentro de ese Chevrolet Aveo había un policía. Y que a los primeros intentos por intimidarlo rompiéndole la luneta y las dos ventanillas a pedradas, reaccionaría a tiros. Ocurrió la noche del 22 de agosto de 2016 y esa vez hubo sangre y muerte. Porque uno de los delincuentes, Enrique Belisario "Sisí" Chirino (21) murió de un tiro en el pecho. Su cómplice, Cristian Sebastián Aballay (24 años, alias "Pitu") no corrió con la misma suerte por poco: esa noche recibió un disparo en la parte izquierda de la cadera y pudo recuperarse en el Hospital Rawson.

Ayer, llegó a juicio. Y ratificó que está dispuesto a evitar el desgaste de un debate común, y con su defensor Jorge Olivera Legleu, firmó un acuerdo de proceso abreviado con la fiscal Leticia Ferrón de Rago. En ese pacto, acepta recibir 4 años y 5 meses de cárcel por el delito de tentativa de robo agravado por uso de un arma de fuego apta para el disparo y también por ser cometido en un despoblado.

Todo pasó sobre las 20,30 de aquel 22 de agosto en la huella de una ripiera situada a un costado de la prolongación de calle Mendoza, alrededor de 1 km al norte de Centenario, Chimbas.

Esa noche, el cabo Nicolás Marcelo Elizondo había llegado en su auto hasta ese lugar con una vecina con la que, según el expediente, pretendían conversar sobre un problema particular de la mujer.

Cristian "Pitu" Aballay decidió realizar un juicio abreviado a cambio de una rebaja de pena.

El encuentro marchaba con normalidad hasta que alguien les rompió la luneta de una pedrada. Luego el cristal de la ventanilla del acompañante, lastimando con los vidrios rotos a la mujer. Y otro sujeto, Chirino, que rompió la ventanilla del lado del conductor apuntándole con un arma, un revólver calibre 22 secuestrado luego cerca del cadáver.

La reacción del policía no se hizo esperar. Y efectuó al menos cuatro disparos. Chirino alcanzó a correr unos metros. Aballay pudo salvarse, pero apenas llegó a Lote Hogar 59, le escucharon decir que con el "Sisí" habían ido a robar un auto y el conductor los había sacado a tiros.