Los jueces Verónica Chicón, Ana Lía Larrea y Daniel Guillén, evaluaron ayer la cantidad de agravantes y atenuantes sobre un changarín de 44 años declarado culpable por haber abusado y violado (la accedió con sus dedos) durante 7 años a una sobrina suya que luego pasó a ser su hijastra. Y ayer lo condenaron a 13 años de cárcel. El último viernes, el tribunal había escuchado el alegado de la fiscal coordinadora de la UFI Cavig Claudia Salica y el fiscal Antonio Achem y también el intento del defensor oficial César Oro por desligar de esos graves delitos al imputado. Fiscalía pretendía 29 años de cárcel para acusado porque consideró acreditados los múltiples ataques sexuales contra esa niña, desde que tuvo 11 años y hasta que cumplió 18. Oro pidió la absolución y ayer buscaba el mínimo castigo.

Los hechos se habían conocido durante una discusión familiar, en la que la joven le contó todo a su madre. Entonces hubo una denuncia en el Cavig el 26 de junio de 2021. Y el acusado pasó un mes preso hasta fue liberado y el viernes volvió a ser detenido por orden del tribunal tras hallarlo culpable.