El juez de Instrucción Maximiliano Blejman, sobreseyó por inimputabilidad al joven que el 1 de agosto pasado conmocionó a la comunidad con su maniobra delictiva: raptó en bicicleta a una nena de 7 años que iba a la escuela con su hermano, en Rawson, la llevó a su casa, la manoseó y la besó, y luego salió con la niña en bicicleta hasta que fue detenido en plena calle. Miguel Gustavo Brizuela (29) en realidad comprende que su acción no estuvo bien y hasta lloró arrepentido ante los expertos en psicología y psiquiatría que lo entrevistaron en el Hospital Mental de Zonda. Pero no es imputable porque tiene un retraso mental que lo equipara a un niño de entre 7 y 10 años, concluyeron esos profesionales, quienes recomendaron al juez un tratamiento de tiempo completo para el joven, pues no aseguran que intente acometer contra sí mismo o vuelva a repetir el delito por el que lo detuvieron, dijeron fuentes judiciales.

El titular del Cuarto Juzgado de Instrucción había recurrido a esa segunda opinión de expertos, luego de que un psicólogo del Poder Judicial anticipara que el sospechoso presentaba un ‘pensamiento primitivo e inmaduro’ para su edad.

Por eso es que el magistrado resolvió que aún no salga del hospital Mental, ya que el único que puede cuidar de Brizuela es su tío, que trabaja mediodía. Y en la provincia no hay un centro de cuidados como el que recomiendan para Brizuela, precisaron. Ante esa situación, el juez analiza un régimen progresivo de salidas.

En el ámbito de la defensa, a cargo de Cristian Ferre Penizzoto, ya hablan de sacar a Brizuela de la provincia apenas le den la luz verde para que no vuelva a quedar internado, pues temen por la seguridad del joven.

¿Por qué? Según el letrado, al menos un médico del neuropsiquiátrico habría dicho que recibió a un sujeto del entorno de la víctima, que le ‘sugirió’ tener cuidado con su informe final sobre Brizuela, y en un tono sospechoso le dijo que recuerde que también tiene hijos.

El juez -dijeron- también está al tanto de esa irregular situación.