Qué pasó con su bicicleta, su dinero y su documento. Dónde y con quién estuvo sus últimos días de vida y cómo es que su cuerpo apareció en un lugar tan distante de la zona donde vivía, en Rivadavia. Estos interrogantes aún no tienen respuestas y eso hace que la muerte de Bernardo Montenegro sea todo un misterio a 13 días del hallazgo de su cadáver en un canal de 9 de Julio. La autopsia reveló que murió ahogado, pero no saben en qué circunstancia cayó a ese cauce. Su hermano descarta que se haya suicidado: es más, afirma: ‘Para mí, es un asesinato’.
Todo comenzó el domingo 3 de este mes, al mediodía, cuando hallaron su cadáver en un canal de Costa Canal y 11, en La Majadita, 9 de Julio. La víctima llevaba toda su ropa y hasta sus zapatillas y presentaba unas heridas en la cabeza. La autopsia luego reveló que se ahogó el mismo día 3 y que las lesiones eran producto del arrastre en el agua. A los 9 días, su familia lo reconoció y se supo que era Bernardo Montenegro (60), un obrero ladrillero de 60 años que vivía solo en Rivadavia y que hacía unos meses había empezado a percibir una pensión. ‘Fito’, tal como lo apodaban, tuvo casi el mismo destino que su hermano Carlos (ver El hermano…), pero a diferencia de aquel, su muerte está rodeada de misterio.
Miguel Montegro, su hermano mayor, contó: ‘Carlos se suicidó. En el caso de Bernardo, no creo que se haya suicidado. Para mí, es un asesinato’. La última vez que lo vio fue antes del 1 de enero. Lo extraño es que nadie sabe dónde estuvo los días previos a su muerte. Tampoco se sabe qué pasó con su bicicleta, igual que su dinero y su DNI que siempre llevaba consigo. Aseguran que había cobrado su pensión y 2.200 pesos de un alquiler. El interrogante más grande es por qué apareció en 9 de Julio. Es imposible que haya sido arrastrado por el agua desde Rivadavia, habiendo tantas compuertas. La Policía tampoco tiene explicación y por ahora su muerte es un enigma.