Por Los Andes
Este viernes se cumplen 11 días desde la desaparición de Guadalupe Belén Lucero, la niña de 5 años que fue vista por última vez el lunes por la noche en la vereda de la casa de una tía, en el Barrio 544 Viviendas de la Ciudad de San Luis. Desde entonces, las hipótesis y teorías que se han surgido en torno a su paradero son infinitas; pero las precisiones son prácticamente nulas.
Distintas pistas, llamados sospechosos que recibió su madre en los que sostiene haber escuchado la voz de su hija de fondo y minuciosos rastrillajes por toda la provincia de San Luis (que fue cerrada y ningún vehículo puede abandonar el territorio sin antes haber sido inspeccionado por la Policía de los controles); es lo que se ha sucedido desde entonces. No obstante, el principal temor de la madre de Guadalupe -y de toda la sociedad- es que la niña haya sido sacada de San Luis ese mismo lunes por la noche, en el mismo momento en que radicaban la denuncia y comenzaba la investigación.
Tras casi 11 días sin precisiones sobre el paradero de la niña y con la angustia y la desesperación en el centro de la escena -la Nación activó el Programa Alerta Sofía para difundir y viralizar su foto y su descripción por todos los medios-, en San Luis la tensión también ha ido tomando protagonismo. Es que, durante las últimas horas, se supo que voluntarios y ex integrantes de las Policías de Mendoza y de San Juan llegaron a San Luis con la intención de colaborar y reforzar la búsqueda (convocados por el padre de Guadalupe, Éric Lucero). No obstante, los colaboradores no pudieron participar de lo rastrillajes ya que “no se adecuan a todas las fases y al orden cronológico de los rastrillajes”; según confirmó el comisario general de la Policía de San Luis, Darío Neira, quien está a cargo del rastrillaje.
Indicaciones de videntes
En medio de la desesperación, y tras los primeros rastrillajes sin resultados positivos y sin quiera algún indicio sobre el paradero de Guadalupe; la propia Policía de San Luis reconoció que están recibiendo y guiándose por “indicaciones de videntes”.
Fue el propio Neira quien lo confirmó ante los medios puntanos y de todo el país que han viajado a San Luis para seguir de cerca la búsqueda e intentar informar el minuto a minuto de la búsqueda.
Antes de responder preguntas de los cronistas, el comisario general defendió el accionar de toda la fuerza de seguridad y de quienes llegaron de distintas provincias a colaborar con la búsqueda. Todo esto a raíz de recientes críticas que surgieron de la familia de la niña.
“Estamos ante la presencia de alguien que está buscando a su hija y que en varias instancias ha criticado el accionar de la Justicia, la Policía y también se desdijo de esa postura y ha reconocido que se está buscando incesantemente. Somos profesionales y estamos buscando a Guadalupe. La única víctima es Guadalupe y estamos haciendo todo para esclarecer la situación”, resaltó; al tiempo que dijo entender la desesperación de los padres de la pequeña.
Luego, ante una pregunta específica, aclaró que uno de los allanamientos que se hizo en un determinado punto y durante las últimas horas se definió en base a “la percepción de una persona”.
De esta manera, el responsable máximo de la búsqueda confirmó que -entre tantos recursos a los que han apelado y desplegado-, sobresalen uno o más videntes. “Hay personas que dicen serlo (videntes) y nos están dando indicación, pero no quiere decir que todo esto compone la causa”, destacó Neira. “Hay personas que dicen tener cierto grado de conocimiento y, de la forma que fuere, pueden llegar a percibir que puede estar en determinado lugar. Se verifica absolutamente todo”, agregó.