Que su concubino Gerardo Riveros no quería que vaya al barrio Villa Paula, Chimbas. Que al final accedió a llevarla en moto pero sólo para que trajera a sus dos hijos y sin saber que ella portaba un revólver en un bolso. Que cuando llegaron a la casa de su ex concubino y padre de sus hijos, Julio Carracet, sacó el arma con la intención de asustar a los rivales de su ex, los jóvenes que apedreaban la casa porque Carracet les atribuía haberle robado un microondas, una campera, plata y algo de ropa de los chicos. Que entonces disparó por accidente por primera vez cuando sacó el revólver del bolso y lanzó otro tiro sin querer al piso cuando manipulaba el martillo del arma. Que no quiso matar a nadie. Que fue echada del barrio por los vecinos cuando le avisaron que el primer disparo había dado en la cabeza de Kevin Borquez (9). Que cuando se iba tiró el arma en cualquier parte para no suicidarse, porque esa idea se le había cruzado por la cabeza y la desechó por sus hijos.
Según fuentes judiciales, en trazos generales esa fue la versión de Yolanda Godoy (24) sobre las circunstancias que terminaron en el crimen de un inocente que sólo pretendía alejarse del problema de otros en la tarde del martes pasado.
El objetivo es claro: atribuirse toda la responsabilidad, tratar de instalar la teoría de que fue autora de un desgraciado accidente para intentar recuperar su libertad y alejar a su actual pareja, Riveros, de cualquier vinculación al delito.
De todos modos sus intenciones parecen no prosperar en los primeros tramos de la investigación. Anoche, defendida por el letrado Carlos Moncunil, declaró ante el juez Agustín Lanciani y la fiscal María Teresa Ravetti, pero al cabo de la indagatoria el magistrado le imputó homicidio simple, un delito con penas de entre 8 y 25 años de prisión que no es excarcelable.
Godoy declaró el mismo día en que niño fue sepultado y en otro día de tensión vecinal que incluyó el corte por casi tres horas de la ruta nacional 40 y Centenario, en Chimbas (ver página 14).
Por ahora, la versión de que Riveros nada tuvo que ver se contradice con los testimonios de otros vecinos que aseguran que el hombre le pasó el arma a Godoy cuando arribaron a la escena del conflicto, dijeron fuentes de la investigación. Y por eso no se descarta que el juez atribuya alguna responsabilidad a Riveros en el supuesto homicidio simple de Kevin.
Quien ya recuperó su libertad fue Carracet, que fue víctima de un doble robo y ahora no tiene donde vivir porque su casa fue incendiada y destruida por la furia de los vecinos.

