En 3 años como chofer de camiones, Juan Carlos García (24 años, mendocino, padre de una nena) no había sido víctima de ningún robo. Hasta el sábado en la noche. Ese día, el camionero partió a bordo de un camión con acoplado desde una bodega en Junín, Mendoza, con una valiosa carga: 2.640 cajas de vinos finos distribuidos en 39 palets de madera por un valor de 150.000 pesos, dijeron las fuentes. Esa mercadería tenía como destino Buenos Aires, pero nunca llegaría. A pocos kilómetros de empezar el viaje, tres sujetos a bordo de un auto con una sirena en el techo, le tiraron el coche encima y lo obligaron a detenerse a un costado de la ruta. El muchacho pensó que era miembros de alguna fuerza de seguridad, pero cuando vio que uno de los ocupantes se bajó portando un arma de fuego, supo que algo malo estaba por suceder. Allí comenzaría una odisea para ese chofer. Los delincuentes lo encañonaron, lo metieron adentro del auto y lo taparon con una manta, mientras que otro cómplice se llevó el camión. Al cabo de unas 5 horas de un viaje lleno de miedo e increíblemente después de pasar al menos dos controles policiales provinciales sin ser detectados, el camionero apareció cerca de una bodega de Capital, ileso, aseguró el chofer asaltado. En tanto, el pesado rodado, fue encontrado por la policía mendocina sin la valiosa carga, dijeron fuentes ligadas al caso.

Según García, el sábado a las 20 había partido en un camión Mercedes Benz 1633 cargado con las 2.640 cajas de vino fino Malbec desde la bodega "Esmeralda S.A.", situada en Junín, Mendoza. A la hora y media de viaje por la ruta nacional 7, fue interceptado por los sujetos a bordo de un Peugeot 306 gris. Eso fue antes de llegar a La Paz, en la vecina provincia, contó.

Ahí uno de los ladrones abrió la puerta de su costado, lo bajó de un tirón, lo metieron al auto y lo cubrieron con una manta, mientras otro cómplice se robaba el camión con la carga valuada en 150.000 pesos, dijeron voceros del caso.

"Tenía mucho miedo y se me pasaron muchas cosas por la cabeza cuando iba tapado. Viajamos como unas 5 horas y pasamos al menos dos controles policiales sin ser parados", precisó el camionero. Esos controles serían el de Mendoza con San Luis (por ruta 7) y San Luis con San Juan (por ruta 143), contó García. Después, el camionero fue abandonado, a eso de la 1 de ayer, cerca de la bodega Graffigna, en Capital.

Por otro lado, Jorge Peralta, dueño de la transportista, estaba ayer indignado porque "viniendo a San Juan, en ninguno de los controles me pararon" y reclamó "más control".