Aferrado a una de sus últimas posibilidades de evitar la cárcel por provocar la muerte en un accidente de la estudiante Celeste Archerito el 26 de agosto de 2009, en Rivadavia, Gustavo Cortez (26) está decidido: ‘Tengo 10.000 lugares para irme, son incontables lo que me dijeron ‘vení Gustavo, despejate…‘, pero yo no pienso fugarme, sería aislarme de todo y no soy un ladrón, si tengo que ir preso iré preso aunque siga pensando que es injusto porque hay casos peores que el mío. Yo siempre enfrenté esta situación, nunca me escondí. Tuve un accidente lamentable, pero tengo todo acá, trabajo, quiero recibirme y tratar de hacer una vida normal’, dijo el joven.
Cortez habló a horas de que el juez en lo Correccional Eduardo Gil, resuelva si debe empezar a ejecutarse o no la sentencia de 3 años y 8 meses de prisión efectiva que le dictó el 26 de abril de 2011, luego de que los reclamos de Cortez fueran rechazados por la Corte de Justicia provincial. Al joven imputado sólo le queda la intervención del máximo tribunal del país a través de una ‘queja por recurso denegado’, aunque su defensor Federico Rodríguez también planteó en los últimos días un cambio de fianza (ofrece una casa) para que siga excarcelado mientras se tramita ese recurso a nivel nacional.
Sin embargo las intenciones por mantener a Cortez libre chocan con la oposición de la fiscal Silvina Gerarduzzi, quien pidió al juez su detención y rechazó su pedido de cambio de fianza para que siga libre (ver recuadro).
En el entorno de Cortez sostienen que si la cárcel es para resocializar no tiene ningún sentido aplicarla con su pariente, porque no tiene antecedentes, estudia, trabaja y tiene estrechos vínculos familiares y sociales.
Es más, ante el juez y públicamente adjuntaron copia de las notas de la carrera de Técnico en Higiene y Seguridad, que terminaría de cursar este año. Y mencionaron que el joven este año probó con éxito sus cualidades futbolísticas y ya es titular en la primera del Club Peñarol.
‘Si no hubiera sido por Dios y mi familia no hubiera podido hacer un montón de cosas. Sigo rezando por Celeste porque, como dije, va a estar conmigo hasta mi tumba. Pero también pienso que yo puedo ir 3 años y 8 meses preso, pero a ellos (el entorno de la víctima) nunca se les va a ir el odio que sienten por mí’, dijo Cortez.

