La rigidez y otras señales del cadáver hacía suponer a los pesquisas que la víctima llevaba varios días de muerta. Y que ese fallecimiento fue violento: la cabeza destruida y con claras muestras de un daño mayor en la zona del maxilar izquierdo, les dieron esa certeza. Por esa lesión y la presencia de una pala con manchas (serían de sangre) en el pasillo de la vivienda, se cree que la mataron con esa herramienta. Y que quizá antes de morir Elsa Beatríz Sánchez (54 años) atravesó otra situación traumática: una violación. La hipótesis del ataque sexual se sustentaba en dos detalles del cuerpo: estaba desnuda de la cintura hacia abajo (sólo tenía medias) y presentaba un sangrado interno en la zona vaginal, dijeron fuentes policiales y judiciales. Espeluznante.
¿Pero quién y por qué mataría a una mujer con problemas mentales? Los investigadores están convencidos de que Carlos Navea (19) un inquilino de la mujer (le alquilaba un rancho en el fondo de su vivienda) y su padrastro, Ricardo Ernesto Tejada (42) tienen mucho que ver con el crimen de Elsa, una pensionada, madre de tres hijos, que sufría problemas psicológicos (anoche se hablaba de bipolaridad y rasgos esquizofrénicos). Ambos quedaron detenidos anoche cuando vecinos y familiares intentaron lincharlos. También quedó presa la madre del joven y pareja de Tejada, Tomasa Julia Tapia (42).
Anoche no se descartaba ningún móvil en el crimen, incluso que el ataque sexual hubiera combinado también la posibilidad del robo de unos 250 pesos, dijeron fuentes del caso. O que hubieran llegado a llevarse unos 9.000 pesos que la mujer debía cobrar por una herencia, hecho que al parecer era vox pópuli en el barrio pero que no se concretó porque un hermano de la víctima no llegó a darle el dinero.
Según la Policía, Navea quedó en el centro de las sospechas porque a una vecina le pareció raro que se fuera con su pareja alrededor de las 16 de ayer y no ver a Elsa en los últimos días en su casa, la 5 de la manzana A del Lote Hogar 35, en Pocito. Por eso llamó a la Policía que llegaron alrededor de las 16.30, igual que los hijos de la víctima, quienes no vivían con ella desde hace un mes y medio porque la mujer, a causa de sus problemas, les había pedido que se fueran, dijeron voceros familiares.
Enseguida arribaron al lugar policías de diversas áreas, el médico legista, el jefe de la fuerza, Miguel González, el juez del caso, José Atenágoras Vega, y su secretaria Gladys Capdevila. En medio de la investigación llegó también Navea y su pareja, con cara de sorprendido y la versión de que se había ido porque se le venció el alquiler, precisaron las fuentes. Pero algunas contradicciones en su versión llevaron a los pesquisas a tenerlo como sospechoso y apresarlo por orden del juez, quien enseguida también libró la orden de detener al padrastro del joven, Tejada, hecho que concretaron policías de calle de la Seccional 6ta. cerca de la escena del crimen.
Anoche, suponían que los homicidas de Elsa derribaron una mesa que tapaba el hueco de una ventana lateral sin vidrio, para meterse a su casa. Y que quizá la mujer intentó defenderse (uno de los detenidos tenía un corte en una mano) para evitar la peor suerte. Se supone también que todo ocurrió el último lunes alrededor de las 3, pero ahora el médico forense analizará el cadáver y develará varios puntos que para los investigadores anoche eran sólo teorías.

