Los policías de Defraudaciones y Estafas secuestraron dos Toyota Hilux 4×4 tras una denuncia por fraude de los dueños de esas camionetas contra por lo menos dos empresarios mineros a los que se las habían alquilado. Según fuentes policiales, los propietarios de los vehículos habían reclamado durante tres años el pago de alquileres atrasados o la devolución de los rodados, pero a cambio recibieron promesas de arreglo y al menos cinco cheques por el pago de la deuda y la compra de las camionetas, pero esos valores no tenían fondos.
Ahora, los pesquisas al mando del oficial principal Carlos Jofré, investigan si en la presunta maniobra está implicado uno de los empresarios que está imputado en la megacausa conocida como la "mafia de las 4×4", un escandaloso caso que se descubrió el año pasado por el robo de vehículos, principalmente 4×4, que eran usados como mellizos o desmantelados en autopartes para el lucrativo negocio de la minería.
Las camionetas incaucatadas ayer eran buscadas desde principios de esta semana cuando uno de los dueños, un comerciante de apellido Salinas Guevara, denunció que con su hija las habían entregado a los empresarios de la desaparecida firma "ServiTrans" para ser usadas en trabajos mineros, dijeron fuentes policiales.
Según los investigadores, el denunciante aseguró que durante un año percibió mensualmente unos 4.000 pesos por camioneta, pero que luego de ese período comenzó a recibir promesas de pago y arreglo sin ver un solo centavo. Y que esa situación se prolongó durante tres años, período en el que el diálogo con los empresarios pareció llegar a un acuerdo por la deuda y hasta la compra de los vehículos.
Los policías dijeron que ese supuesto fin del trato incluyó la entrega de al menos 5 cheques que no tenían fondos y que pertenecían a una cuenta cerrada. Desde entonces -precisaron- nunca más pudieron encontrar a los empresarios y tampoco los vehículos, y por eso pusieron la denuncia en la Central de Policía.
La versión del comerciante encontró el sustento necesario en el Primer Juzgado de Instrucción, cuyo titular, Leopoldo Zavalla Pringles, ordenó el secuestro de los vehículos. No fue tarea sencilla encontrarlos pero ayer en la mañana el oficial inspector Rolando Narváez y el cabo Alejandro Guevara pudieron encontrarlos en un taller de Capital (tenía desarmado parte del motor) y un domicilio particular de Rawson.
Las camionetas fueron reconocidas ayer por el denunciante y ahora el juez evaluará las pruebas del caso para resolver si los hombres señalados en la denuncia deben ser imputados y hasta detenidos por la presunta maniobra delictiva.

