‘No fue sólo un beso o un tocamiento (….), fueron actos que realizados sobre el cuerpo del niño, tenían aptitud corruptora, ya que pueden desviar para siempre de la normalidad a la víctima’. Lo afirma el juez de Instrucción Martín Heredia Zaldo, en la resolución por la cual decidió procesar con prisión preventiva y trabar un embargo de $300.000 en los bienes de la sospechosa, una agente de Policía de 29 años que mantuvo al menos cuatro encuentros sexuales con el hijo de 13 años de su pareja.

La mujer había sido detenida el pasado 24 de julio. Y si la imputación en su contra se mantiene (el fallo aún no está firme), al cabo de un juicio podría recibir penas de entre 10 y 15 años de cárcel. Esa es la escala penal para el delito de corrupción de menores, agravado por la guarda pues para el magistrado quedó probado que al momento de los hechos la mujer estaba al cuidado del menor.

Testigos y la versión del chico en Cámara Gesell confirmando que todo empezó a fines de junio fueron para el juez pruebas claves que complicaron a la mujer policía, quien se negó a dar su versión cuando fue indagada.

El caso se conoció cuando la víctima se lo contó a sus primos. Justamente uno de esos parientes, lo grabó en el momento en que relataba sus experiencias con la sospechosa. Con esa prueba, dos tías del menor encararon a su hermano (padre del chico) y éste a su vez al niño y también a su mujer. Y ambos confirmaron la existencia de esos hechos: la policía -según el expediente- le dijo a su pareja que lo hizo porque ‘es débil’.

Luego de consultar con un psicólogo, el hombre le avisó a su ex, la madre del jovencito, y decidió poner la denuncia y llevar a la mujer a la Seccional 28va, donde quedó detenida por orden del juez.

Entonces todas las piezas parecieron encajar para la madre del niño y aún para quien hasta entonces era pareja de la Policía. La madre había notado un vuelco en el comportamiento de la agente, porque hasta mayo pasado -dijo- tenía incluso antecedentes de malos tratos hacia sus dos hijos.

La oportunidad se dio cuando la mujer le pidió ayuda a su ex con el chico, porque no le había ido bien en la escuela. Entonces el niño empezó a frecuentar más la casa de su papá. Allí la policía le ayudó con sus tareas, pero siempre buscó la oportunidad para ‘corromper’ al menor.