Alrededor de cuatro horas de trabajo demandó a los bomberos poder controlar y extinguir por completo el incendio en el depósito con materiales para obras. Para eso fue necesario derribar el lugar con la idea de que no quedara ningún vestigio del siniestro, por una cuestión lógica: cualquier resto de fuego podía propagarse fácilmente por la gran cantidad de madera usada en obras de construcción que había alrededor. El hecho provocó pérdidas de por lo menos 10.000 pesos al dueño de ese depósito y ayer la principal hipótesis en la Policía es que alguien resolvió quemar todo (en el lugar no había electricidad) tal vez porque no pudo entrar a robar.
El hecho ocurrió alrededor de las 22.40 en Hipólito Yrigoyen en inmediaciones del cruce con Arenales, en Rivadavia. El blanco fue un predio cerrado y dividido en varios lotes, en uno de los cuales está el depósito de Víctor Corrales (54), dijeron en la Policía.
Según fuentes del caso, el mismo Corrales les dijo a los policías que su depósito había sufrido varios saqueos, que por eso había comprado un ‘buen candado’. Y suponía que ayer le quemaron todo porque no pudieron entrar a robar, ya que en el lugar no había ninguna conexión eléctrica como para sospechar de un cortocircuito.
Machimbre, puertas y ventanas de madera, una cocina, un tubo de oxígeno, mangueras de PVC, material de plomería y electricidad fueron los objetos más importantes que sucumbieron ante las llamas.
El hecho provocó preocupación entre los vecinos del depósito porque en el predio hay gran cantidad de madera usada en obras de construcción, es decir elementos de fácil combustión que podían llevar cierto peligro a las viviendas lindantes.
De todos modos un grupo de bomberos al mando del oficial Esteban Luna controló primero el incendio, y luego extinguió cualquier resto de fuego, misión que terminó alrededor de las 3 de ayer. El caso es investigado en la Seccional 13ra. de Rivadavia.

