Agustín se entretenía arrojando al río un tarrito sujetado con una piola. Lo tiraba y lo traía hacia donde él estaba, hasta que perdió contacto con el objeto y en un acto reflejo buscó recuperarlo. Según su mamá, Mariana Herrera, en esa maniobra su hijo de 11 años fue a parar sin querer a la violenta corriente. Y entonces su pareja de los últimos 3 años, Leandro Videla (32) no lo dudó: se sacó las zapatillas y se arrojó para salvarlo. ‘Yo también tuve el impulso de tirarme, pero cuando vi que podía ahogarme me agarré de unas ramas y los seguí por la orilla’, contó la joven, con el rostro mojado en lágrimas. Instantes después vio a su hijo, empapado, acurrucado en la orilla, pero no a Leandro. Eran alrededor de las 17,30 del domingo cuando la angustia y la desesperación le quitaron todo el protagonismo a ese día de distensión en familia, dándole paso a una búsqueda masiva de la Policía (participaron alrededor de 50 efectivos, precisaron desde la Fuerza) que recién culminó sobre las 8 de ayer, con el resultado que todos temían: Leandro sin vida, a un costado del río, cuyo caudal había sido cortado para facilitar el rastrillaje.
‘Fue un milagro, podrían haber muerto los dos’, dijo a este diario Mariana Herrera.
‘Mi hermano era así, vio que el niño se iba a ahogar y dio la vida por él. Era un tipo que se entregaba, macanudo, trabajaba en un bar pero se daba tiempo para todo, él hacía todo por su familia’, aseguró también Lorenzo, un hermano de la víctima.
El escenario del trágico episodio fue el Canal Fuga (cercano a la calle Las Moras, en Ullum) que nace en el dique Punta Negra y alimenta con sus aguas el dique de Ullum.
Mariana contó que allí fueron a parar a eso de las 15,30, con Leandro y su hija de 9 años y ella con sus dos varones, de 11 y 6 años.
‘Habían pasado unos niños por donde estábamos nosotros y parece que ellos le dieron ese tarrito con piola a mi hijo… nunca imaginé que esto iba a terminar así’, aseguró la joven.
El caso comenzó a ser investigado por efectivos de la seccional 15ta de Ullum, con apoyo de otras áreas de la Fuerza, como Bomberos, GERAS, la Policía Montada, Tránsito.
Pero luego de que el cuerpo fuera encontrado sin vida, el caso pasó a la UFI de Delitos Especiales que coordina el fiscal Adrián Riveros, con el ayudante fiscal Sebastián Gómez.
Hasta lo que pudieron reconstruir los investigadores, Leandro Videla dio alcance al hijo de su pareja y lo empujó hasta la orilla, donde otro hombre alcanzó a sacarlo. Pero ese mismo hombre atestiguó que nada pudo hacer para rescatar a la víctima, porque lo veía sin fuerzas y un remolino lo ‘chupó’ sin que nada pudiera hacer.
La búsqueda se inició enseguida con un nutrido grupo de policías, en el río con Bomberos, y en las costas, aunque con un pronóstico algo desalentador, porque otro hombre que estaba río abajo ya les había dicho que vio pasar un cuerpo flotando.