San Juan, 25 de julio.- En la madrugada del martes se produjo un incendio de grandes características en un complejo turístico de Iglesia, que arrojó un saldo de pérdidas materiales totales. Se quemaron habitaciones, baños, comedor, salón de artesanías y galería.

Uno de sus propietarios, Gastón Ariel Coll señaló en diálogo con DIARIO DE CUYO ONLINE que una persona que se hospedaba allí se salió de sus cabales y prendió fuego la posadita. "Se quemó todo con muebles, vidrios, techos… no quedó nada de nada. Mi familia y yo estamos bien, el tipo que hizo la locura está preso y su familia ya está tomando cartas en el asunto", dijo.

Según relató Gastón, en la posada realizan habitualmente Talleres de Bioconstrucción. El fin de semana del 7 al 9 de julio se llevó a cabo uno del que participaron 15 personas. Entre ellas, un hombre oriundo de Neuquén. "Cuando terminó el taller, pidió quedarse con alojamiento y comida a cambio de trabajo. Y así fue, estuvo hasta ayer. Trabajamos todos estos días, pero el domingo se empezó a comportar raro. Se puso a fumar marihuana en una pipa chiquita como un palito y cada vez estaba mas raro aunque se lo notaba calmado por demás", indicó el propietario.

Según manifestó Coll, el lunes pasado el sujeto estaba nervioso porque se le habían acabado los cigarrillos de tabaco, compraron pero no se calmaba y demostraba algunas acciones de nerviosismo. De todas formas, nada hacía imaginar lo que sucedería. "Ese día no almorzó, aunque sí se sentó a la mesa. Estaba con los ojos cerrados como aguantándose alguna molestia. Yo le preguntaba que le pasaba y no contestaba. Lo hable durante todo el día varias veces, por ahí lloraba y asi estuvo hasta la noche. Le dimos de cenar y se fue a acostar a la posada. Con mi familia nos fuimos a acostar a mi casa, que queda a unos 70 metros de la posada". Al levantarse descubrieron lo peor. El lugar ardía y el sujeto estaba sentado allí cerca, como contemplando lo realizado.

Vecinos y bomberos lograron apagar el fuego, y efectivos policiales lograron la detención del hombre. "Estaba como loco, tirando piedras, insultando, decía que era el dueño de la finca y que nos fuéramos. Después lograron reducirlo colocándole las esposas. Fue terrible… como si fuera un animal salvaje", concluyó Gastón.

El complejo Alto Verde había sido finalizado hace muy poco. Allí se ofrecía alojamiento, paseos, pesca y comidas naturales. Todo con material orgánico, desde el pan integral, los dulces, miel, truchas, huevos y pollos, hasta el vino. Además, había feria de artesanías.