Tenía 66 años y estaba jubilada pero lejos de rutinas aquietadas. Estela Susana Prado siempre estaba ocupada, practicaba yoga, hacía pastelitos, tortitas, alfajores y los salía a vender, tenía varias amigas. Ocupaba su tiempo y su motito Guerrero Econo 50cc era su infaltable aliada. Alguna de esas misiones la llevó a montar su moto alrededor de las 8 del jueves, su último día, pero a cinco cuadras de su casa, sufrió una violenta caída por causas que aún se desconocen y 32 horas después perdió la vida por la graves lesiones que sufrió.
Pero ese no fue el único episodio grave vinculado a la muerte de Susana, porque el día del siniestro le robaron su celular, el poco dinero que tenía y los documentos, como su DNI y los papeles de su moto, que cargaba en su cartera. El robo es por lo menos el segundo episodio similar en lo que va del mes (ver recuadro).
"La verdad que no le puedo decir si la voltearon de la moto para robarle o si le robaron cuando ya había caído, pero es indignante lo que pasó, porque le robaron la cartera con sus cosas", dijo ayer uno de los dos hijos de la víctima, Leonardo. Otro familiar agregó: "todo esto es muy sospechoso, porque tiene heridas en la cabeza y otras lesiones internas en los pulmones y otros órganos que no parecen de un accidente. Es muy raro, además ella en su motito andaba con mucho cuidado".
Susana vivía en el barrio Camilo Rojo, en Santa Lucía, en la misma propiedad vivía también su hija Daniela, con su esposo y las dos pequeñas hijas de ambos.
El confuso episodio que culminó con la muerte ocurrió alrededor de las 8,15 del jueves a pocas cuadras de la casa de la mujer en Lamadrid y Chacabuco.
En la Policía suponen que Susana transitaba hacia el Este por Lamadrid y que, al parecer, intentó girar por Chacabuco cuando se desplomó pesadamente contra el asfalto.
"Cuando llegaron los efectivos el casco y la moto estaban a un lado de la mujer, que quedó inconsciente. La correa para sujetar el casco a su cabeza estaba cortada y por eso no se sabe si lo llevaba puesto y se le desprendió o si no lo llevaba puesto", precisó un jefe policial.
En la seccional 29na. también investigan otro punto para nada menor: si la caída fue provocada por algún delincuente para robarle la cartera a la mujer o si la caída, por accidente, fue aprovechada para robarle.
Por eso fue que no supieron de quién se trataba cuando ingresó herida al hospital Rawson, situación que fue aclarada por la familia de la víctima recién por la noche de ese jueves, pues les extrañó que no volviera a su casa ni contestara llamadas a su teléfono.
Susana Prado murió alrededor de las 16,30 del viernes y en la Policía buscan testigos y otras evidencias para poder establecer si deben o no investigar el caso como un homicidio.
La costumbre de robar en los accidentes
Robarle a una persona que sufre un accidente no es algo nuevo en la provincia sino un episodio reprochable con una alarmante frecuencia. Sin ir más lejos el pasado 3 de febrero, en Güemes al Sur de Brasil, en Capital, un motociclista por poco no mató a nena de 12 años al embestirla: Y en la desesperación de su madre por sacarla debajo de la moto y la confusión del momento, le robaron un teléfono celular. Ese día el motociclista huyó, pero como habían tomado la patente del rodado cayó días después. Ese sujeto se llama Maximiliano Corzo (21) y está detenido por orden del juez Federico Rodríguez, sospechado de lesiones graves agravadas por haberse dado a la fuga. Del teléfono, aún no hay noticias.