Un jubilado de 80 años empezó ayer a ser investigado por supuestos ataques sexuales contra su propia descendencia, pues sospechan que abusaba de una bisnieta de 13 años y que pagaba por sexo a la hermana de esa niña, que tiene 15.
El caso había sido judicializado por una hermana de ambas chicas el pasado 3 de noviembre en la UFI CAVIG, donde llegó para denunciar a su madre por presuntas lesiones (el caso finalmente fue desestimado) y de paso decir que en dos ocasiones había visto a su bisabuelo ‘chuparle los pechos’ a su hermanita de 13 años. Y que en otra, una madrugada, despertó cuando alguien llamaba a una persona y al asomarse a ver, descubrió a ese mismo bisabuelo diciéndole a otra hermana suya de 15 años: ‘Tengo $500 por una sentadita’, dijeron fuentes judiciales.
El caso entonces pasó a la UFI ANIVI que dirige el fiscal Eduardo Gallastegui y ayer la ayudante fiscal Natalia Villavivencio, le pidió a la jueza de Garantías, Verónica Chicón, autorizar la investigación de ese hombre, a quien le imputó los delitos de abuso simple y corrupción de menores, ambos agravados por el vínculo.
Darío Caparroz se opuso a la imputación, pidió un plazo de 6 meses para investigar y adhirió al planteo de que una psicóloga entreviste a las niñas en una audiencia videograbada para conocer con mayor detalle cómo sucedieron los hechos. Por 6 meses, el imputado estará libre pero deberá cumplir reglas de conducta, incluida la de no acercarse ni molestar a las presuntas víctimas..