Fue extraño desde el momento que se cortó la luz, y más curioso todavía porque nadie vio nada y no hubo violencia. Así de misterioso fue el robo perpetrado el sábado (recién trascendió ayer) en la Bodega Graffigna, en Capital, de donde se llevaron 7 computadoras, valuadas en 35.000 pesos.

El hecho sucedió en el sector de la administración, supuestamente entre las 4 y las 5 de la madrugada cuando extrañamente se cortó la luz en ese lugar y en momentos en que había dos guardias vigilando el predio y una docena de operarios trabajando en otras partes de la empresa, situada en la esquina de Sargento Cabral y Maradona. La Policía estableció que el corte de energía en la Administración fue intencional, dado que alguien bajó la llave del tablero, explicaron. Los operarios ni los guardias vieron algo raro esa noche y no se sabe cómo sacaron los equipos, pues descubrieron el robo en horas de la mañana. Las claves estarían en las cámaras de seguridad. En una de esas filmaciones se observa al menos a un operario entrar por unos minutos a ese sector (que permanece abierto), antes del apagón, dijo la Policía. Ese empleado declaró ayer en la Policía, con la asistencia de la abogada María Noriega, y declaró que sólo entró a buscar agua.