“Le hacemos presente a nombre de la Federación de Fútbol de Chile nuestra más profunda molestia y desazón”, dice la primera oración de la carta que el órgano rector del fútbol chileno le escribió el sábado 29 de junio al presidente de la comisión de árbitros de la Conmebol, Enrique Cáceres Villafañe. La molestia y la desazón obedece -precisa la misiva- a los hechos ocurridos en el partido celebrado ese mismo día entre Chile y Canadá por la tercera fecha del grupo A de la Copa América. Pero el descargo no apunta solo a ese partido, sino a la competición en sí, un torneo del que Chile ya no participa.

Fueron tres partidos: Perú, Argentina y Canadá, los rivales. No metió ningún gol. Perdió un partido, contra Argentina, e igualó los otros dos sin abrir el marcador. Los resultados responden a un volumen de rendimiento bajo, un juego discreto, con futbolistas apagados, creativos contenidos y un peso ofensivo deslucido. La autocrítica de la selección conducida por el estratega argentino Ricardo Gareca podrá ser interna: lo que expusieron -jugadores primero, luego la federación y finalmente los hinchas- fue un visceral reclamo por las actuaciones arbitrales.

La eliminación despertó el encono, pero el malestar venía cultivándose. “Durante los primeros dos encuentros disputados en la Copa América por la Selección Chilena hubo una serie de decisiones arbitrales cuestionables, que perjudicaron directamente la participación de nuestra selección para su continuidad en dicho campeonato”, apunta la nota. La referencia es sobre el desempeño del brasileño Wilton Sampaio en el duelo ante Perú y del uruguayo Andrés Matonte en el juego contra Argentina. “Fue en extremo permisivo con la selección rival, permitiendo así que en una serie de faltas evidentes quedaran sin sancionar”, dice sobre Sampaio. “El gol de la selección rival se produce estando claramente adelantado uno de los jugadores que participan en la jugada. Asimismo, existió una clara falta penal no cobrada a favor de la selección chilena, la que tampoco fue advertida ni informada por el VAR”, argumentan sobre las decisiones de Matonte en la caída contra Argentina.

Pero la consideración sobre la performance del colombiamo Wilmar Roldán en el partido que decantó en la desafectación de Chile del certamen continental, es más severa y puntual. Lo acusan de nula neutralidad, de animosidad y de una conducta recurrente: “Previo al partido, el árbitro don Wilmar Roldán había mostrado una absoluta falta de imparcialidad en aquellos encuentros en que participó la Selección Chilena. Es más, de los nueve partidos dirigidos por el señor Roldán, la selección chilena ha ganado solo uno, dando cuenta de una extraña estadística. En todos los encuentros previos, el señor Roldán ha cometido errores garrafales, entre los cuales, por ejemplo, se encuentra aquel cometido en el partido válido por la Copa América 2021 ante Paraguay, donde el árbitro no cobró un evidente penal”, especifica.

Ya en ese momento, la federación chilena pidió la suspensión del juez. Volvió a exigirlo esta vez. “Por lo expresado -dice la carta en su cierre-, la Federación de Fútbol de Chile solicita se sancione al árbitro don Wilmar Roldán con la suspensión indefinida y definitiva, y/o en su defecto, con la máxima sanción aplicable ante conductas tan nefastas como las señaladas”. Las jugadas señaladas en la carta son dos: el codazo a Rodrigo Echeverría no sancionado con expulsión y la roja a Gabriel Suazo.

“En el minuto 4, el árbitro no observó, o si lo hizo no adoptó la decisión reglamentaria de expulsar al jugador número 15 de la selección de Canadá (Moise Bombito) por conducta violenta en perjuicio del jugador número 18 de la selección de Chile al producirse una evidente agresión cuando no existía contexto de disputa de balón, porque el juego se encontraba detenido. Esa situación, que insistimos, debió ser evaluada y sancionada por el árbitro en campo, determinaba la expulsión del jugador infractor. Pero de manera incomprensible, dicha situación quedó impune, lo que sin embargo era corregible mediante la intervención del VAR, que en el marco de sus atribuciones por protocolo, debió -a lo menos- invitar a una revisión OFR al árbitro por tratarse de una de las situaciones que son de su ámbito jurisdiccional. No obstante, no lo hizo -cuestión que por protocolo estaba obligado a hacer- produciéndose un evidente perjuicio a la Selección de Chile y atentando de manera evidente contra el juego limpio y las reglas del juego”, expone en primer término.

Luego, argumenta su descontento por la sanción severa al lateral izquierdo, que fue expulsado luego de recibir su segunda tarjeta amarilla. “En el minuto 27, se produce un error técnico y disciplinario evidente por parte del árbitro señor Roldán, quien de manera absolutamente errada interpreta que una disputa leal de balón por parte del jugador número 2 de Chile, don Gabriel Suazo, es merecedora de sanción técnica y junto con ello, pese a que ni por la naturaleza de la acción, ni por contexto táctico, existía posibilidad alguna de ataque prometedor por parte del equipo de Canadá, el árbitro determina una inexplicable sanción disciplinaria de tarjeta amarilla, que en definitiva generó la expulsión del jugador Suazo, por tratarse de una segunda amonestación, incorrecta, durante el partido. Lo que condicionó todo el resto del partido”, denuncia.

El enérgico reclamo de la federación chilena comulga con la visión de los futbolistas, aquellos que participaron de la Copa América y quienes tuvieron en su momento una activa intervención en la selección trasandina. El arquero Gabriel Arias, que reemplazó a Claudio Bravo, manifestó su bronca: “Creo que 11 contra 11 hubiese sido otra la historia. No nos habían generado peligro, pero son detalles que marcan el rumbo del partido”. Echeverría, quien recibió el codazo de Bombito, dijo al terminar el partido: “Otra vez por temas arbitrales y otra vez el mismo personaje (en referencia a Roldán). Para los demás son faltitas y para nosotros son de expulsión. Así no se puede, es muy extraño, le dije tres o cuatro veces que me había pegado un codazo y me dijo que fue un toque, como un manotazo”. Alexis Sánchez también habló sobre el arbitraje: “Le dijimos antes (a Roldán) que arbitrara bien. No es la primera vez, nos pasó con Perú y con Argentina”.

A través de sus redes sociales, Arturo Vidal y Gary Medel, bicampeones de la Copa América en 2015 y 2016, manifestaron su repudio: “Otra vez robando, siempre lo mismo”, dijo el jugador del Colo Colo eligió para ilustrar su comentario la foto de Wilmar Roldán y la acción del codazo contra Echeverría. El flamante refuerzo de Boca Juniors, Gary Medel, arremetió contra el referí colombiano: “Y nos siguen robando y cagando”. Los hinchas también manifestaron su desencante con el arbitraje del colombiano y fueron más vehementes: tras la eliminación, publicaron su número de teléfono en las redes sociales y multiplicaron sus amenazas.