Ezequiel Montagna es mucho más que un futbolista dentro del plantel. El oriundo de Mar del Plata tiene experiencia de sobra para analizar el presente de San Martín que marcha líder de la Primera Nacional y que este sábado afrontará un partido trascendental ante San Martín de Tucumán en La Ciudadela. El extremo verdinegro es palabra autorizada en Concepción por eso en un mano a mano con DIARIO DE CUYO hizo un repaso por su carrera y habló de la importancia de la salud mental de los futbolistas, del fuerte vínculo con su hermana Aldana y de la chance latente de pelear el ascenso con el Verdinegro. 

“Estamos pasando un lindo momento que hoy nos tiene peleando cabeza a cabeza con San Martín de Tucumán, vamos con la enorme de ilusión de poder sumar los tres puntos”, expresó con convencimiento el marplatense. El atacante de 30 años viene de ser una de las figuras del equipo sanjuanino en la goleada ante Chacarita. Significó marcar su primer gol para San Martín en este ciclo que arrancó en enero y en total sumó cinco tantos con la camiseta verdinegra contando los de su anterior paso en 2016. “Fue un gol especial en lo personal porque desde que volví a Argentina no había podido marcar. Fue un gol que significó el premio al esfuerzo”, explicó Montagna haciendo referencia a que en la primera parte del torneo no le tocó jugar mucho pero igual no bajó los brazos y en silencio continuó trabajando para volver a ser titular y afianzarse en su puesto como titular.

En ese trabajo silencioso, dando lo mejor en los entrenamientos y con la mira puesta en que Raúl Antuña le diera la chance de ser titular, para Montagna fue clave la confianza que le dio el grupo. “Volver al equipo y afianzarme se dio gracias a la confianza del grupo y el cuerpo técnico para poder trabajar, para poder ser parte de esto. Creo mucho en las oportunidades y cuando se dan hay que aprovecharlas al máximo”, explica.

El futbolista recalca también que la salud mental en el fútbol juega un papel aparte en todo momento: tanto para manejar el éxito como para superar la frustración. Dice que las emociones en el fútbol juegan y en este momento de presiones que atraviesa San Martín, estar fuerte anímicamente es clave. La terapia en el fútbol, tema que puso de manifiesto el arquero de la Selección argentina Dibu Martínez, para Montagna toma un rol aparte. El marplatense recuerda que la muerte del “Morro” García -el uruguayo que decidió terminar con su vida producto de una fuerte depresión que conmocionó a todo el fútbol argentino-, le hizo hacer un click.

“Trabajo con mi terapeuta personal hace más de 4 años. Aprendí muchas herramientas para comunicarme, entender situaciones y manejar ansiedades. Me prepara para la vida porque uno como vive el fútbol se prepara para la vida”, manifiesta y dice que todos los clubes deberían tener un grupo de psicólogos. “Los futbolistas somos seres humanos y podemos atravesar peleas personales o algo que tenes guardado y no lo podes sanar. Nosotros entrenamos 4 horas al día y el resto del día pensamos mucho entonces el jugador reprime emociones por vergüenza y por prejuicio, pero está bueno hablar, hablar sana. Tenemos el ejemplo del “Morro” que no pudo hablar y pasó lo peor”, expresa Ezequiel.

Sus emociones comenzó a pulirlas a los 14 años cuando decidió dejar la comodidad de su hogar y el amor de su familia, para ir por su sueño de futbolista. Creció en la pensión del club de sus amores: San Lorenzo. Allí conviviendo entre 60 pibes de todo el país, maduró de golpe, así lo reconoce pero no se arrepiente: “Vivíamos rodeados de profesionales que nos cuidaban. Aprendes a valorar mucho más cosas, maduras más rápido que un chico que esta con sus padres porque tenes que hacerte todo vos solo. Creces lejos de tu familia, te perdes eventos familiares, lloras solo y sufrís pero aprendes a levantarte”, comenta. Montagna explica como crecieron y como viven muchos futbolistas a la vez que recalca que el éxito es casi efímero en el fútbol. “Muchas personas piensan que la vida del futbolista se basa de éxitos pero nadie ve el sacrificio que hay atrás. Yo aprendí a vivirlo de una manera diferente, he llorado muchas veces solo cuando no me tocaba jugar pero eso te enseña a seguir, a levantarte. El fútbol se disfruta poco. Hoy disfruto y vivo de lo que me gusta pero dejo mucho de lado” agrega.

 ALDANA, EL GRAN AMOR DE SU VIDA 

Un lugar muy importante en la vida de Ezequiel Montagna está ocupado por su hermana Aldana, con quien tiene un vínculo más que especial. La única mujer entre cuatro hermanos futbolistas, nació con una parálisis motriz pero además nació con otro rol: el de darle amor a la familia Montagna. “La amo con mi vida, es el motor que nos da luz”, expresa. A lo largo de la vida, la chica se sometió a diferentes tratamientos pero no tuvieron el resultado esperado, es por eso que actualmente realiza terapias para obtener herramientas que le ayuden a ser independiente como cortar comida y poder bañarse.

Hace poco Aldana llegó a San Juan junto a su mamá para ver San Martín y Ezequiel la hizo ser parte de los festejos dentro de la cancha. “Son cosas pequeñas que para ella son gigantes, son momentos que van a quedar siempre grabados y para mí fue una inyección anímica enorme. Son esos cortos momentos que se valoran un montón”, expresa.

 EN BÚSQUEDA DEL SEGUNDO ASCENSO

Ezequiel Montagna previo a regresar a Argentina jugó en el exterior durante casi cuatro años y le sirvió para sumar un ascenso en Suecia a la División 1, una especie de B Metropolitana a la Primera Nacional argentina. El 2024 lo encuentra con el sueño de repetir la hazaña con la camiseta de San Martín y a ese se refirió: “Tenemos mucha ilusión, la gente, el club y nosotros estamos ilusionados, pero tenemos que estar tranquilos porque esto es paso a paso, partido a partido, tenemos que jugar todos los partidos como una final, no nos podemos relajar”, manifestó.

Sobre el encuentro que mantendrán este sábado ante el Santo tucumano, Ezequiel analizó: “Es un partido importante para nosotros porque está en juego quedarnos con la punta aunque igual no define nada. Quedan 27 puntos en juego y eso es muchísimo. A Tucumán vamos convencidos que tenemos que ganar pero si no se gana no hay que perder”.

¿Cuándo el plantel hizo el click de que eran candidato al ascenso? Montagna reconoce que se fue dando partido a partido gracias a los buenos resultados obtenidos al mando del Purruco. “Se fue dando solo, el grupo se fue mentalizando en que todos éramos parte de esto. Sabemos lo importante que es poder lograr un ascenso y quedar en la historia del club, además para el jugador un ascenso te abre nuevos caminos en lo profesional”, cerró el marplatense.