El encuentro que animaron Italia y Croacia en el Leipzig Stadium fue uno de los más atractivos de la Eurocopa y terminó empatado 1-1. Es que los equipos que se vieron las caras en la tercera fecha del Grupo B debieron dirimir el segundo puesto para ver quién acompañaría a España a los octavos de final. El dominio absoluto del combinado liderado por Zlatko Dalic expuso el temor a la derrota que sentía la Azzurra, dado que el empate le garantizaba al elenco de Luciano Spalletti quedar como escolta del seleccionado ibérico.
La posesión clara a favor de los balcánicos marcó la tendencia del espectáculo. Y antes de los 5 minutos Luka Sucic logró exigir a Gianluigi Donnarumma con un violento remate de media distancia que tenía destino de red. Sólo por la notable respuesta del arquero del PSG el encuentro se mantuvo empatado. Y unos instantes después, La Nazionale comenzó a insinuar con contragolpes comandados por Federico Dimarco.
La vía aérea fue otro recurso de Italia para ponerse en ventaja. En la más clara, Alessandro Bastoni ganó en el área adversa y sorprendió con un frentazo que desactivó Dominik Livakovic con una atajada memorable. Ambos hicieron méritos para llegar al gol, pero se fueron al descanso con el marcador en silencio.
En el complemento, el espectáculo tuvo un protagonista principal: Luka Modric. La figura del Real Madrid, considerado el mejor futbolista de la historia de su país, no merecía tener un cierre dramático en su selección. Es que una mano de Davide Frattesi dentro del área, obligó la intervención del VAR para que Danny Makkelie revisara la acción a través del monitor. Y cuando el árbitro analizó la jugada, no dudó en sancionar el penal. Desde los doce pasos, el virtuoso y experimentado volante anunció su remate con la cara interna de su derecha y Donnarumma se convirtió en héroe por unos instantes.
Dicen que el deporte más popular del planeta siempre da revancha. Y Modric la tuvo en la escena siguiente. Fue después de una combinación colectiva, en la que Ante Budimir no pudo quebrar la resistencia del arquero italiano, pero la leyenda apeló a su oportunismo para capitalizar el rebote y festejar el codiciado 1 a 0. Un grito que cruzó las fronteras para que la justicia divina se hiciera presente en Alemania.
El golpe hizo reaccionar a Italia. La Azzurra sabía que el tercer puesto en la zona no le representaba ninguna garantía para avanzar a la siguiente fase, debido a que sus tres puntos alimentaban más el sufrimiento que la esperanza. La potencia física de Mateo Retegui, junto con los ingresos de Federico Chiesa, Gianluca Scamacca y Mattia Zaccagni llevaron a Croacia contras las cuerdas. Y el cierre del encuentro se vivió a pura tensión.
Por lo tanto, cuando el cuarto árbitro levantó el cartel para anunciar los 8 minutos adicionados, los de Luciano Spalletti revivieron. Con mucha más entrega que buenas ideas, el campeón defensor del certamen logró una heroica clasificación para destruir el sueño croata. Mattia Zaccagni se transformó en el héroe cuando selló el 1 a 1 con un golazo que se colgó en el ángulo más lejano de Livakovic. Una conquista que evitó el papelón y renovó la ilusión de pelear por un nuevo título. Para ello, los italianos deberán superar en el próximo compromiso a Suiza, que avanzó a los octavos de final como escolta de Alemania en el Grupo A.