Con sufrimiento pero convencido que el triunfo era el único resultado posible que le permitía avanzar a la final del Reducido, San Martín lo hizo: venció a Nueva Chicago por 1 a 0 y terminó en el global 2 a 2, pero gracias a la ventaja deportiva por haber finalizado mejor en la fase regular, avanzó a la final y jugará el encuentro que definirá el ascenso a Primera División. El único gol del encuentro lo hizo el marplatense Ezequiel Montagna a los 44 del primer tiempo. De esta manera, el Verdinegro se medirá ante Gimnasia de Mendoza en cancha neutral y con fecha a definir.

El encuentro era como una final. San Martín jugaba este domingo todo lo hecho durante el año. Y con eso, el conjunto de Raúl Antuña salió de entrada a buscar ese objetivo. Le costó en la primera hora de juego porque no logró hacerse dueño de la pelota y generó poco. Un centro de Dante Álvarez desde la izquierda que terminó en un rebote y que despejó la defensa visitante sobre la línea, había sido lo más claro. Claro que también Nueva Chicago mostró lo suyo y promediando los 40 contó con su chance: Molina no pudo despejar, vino el centro desde la derecha y Castro la empujó pero Borgogno se vistió de héroe y la sacó desde la línea.

A los 44 vino un córner para San Martín desde la derecha, el Pulpito González lo ejecutó al corazón del área y ahí apareció Ezequiel Montagna para mandarla a guardar y desatar el delirio en Concepción. Con el 1 a 0 a su favor, el Verdinegro sanjuanino pudo liquidar la historia pero ni Casas ni Montagna acertaron para irse al vestuario con una diferencia mayor.

En el complemento, Chicago salió con todo a jugarse el todo o nada. El nivel de juego fue bajo y prácticamente no hubo situaciones de gol en ninguno de los arcos. Antuña demoró los cambios y el final fue con sufrimiento. Porque Chicago fue por todo y Borgogno nuevamente volvió a salvar lo que hubiese marcado otra historia. La gente lo sintió y por momentos el silencio dominó en Concepción. Por eso, los 6 minutos adicionado por Echenique -de tarea aceptable durante el encuentro- fueron jugados con el corazón en la mano. El pitazo final marcó el alivio para los 20 mil hinchas que colmaron el Hilario Sánchez. El Verdinegro lo hizo, logró la heroica y quedó a solo 90 minutos de regresar a la Primera División del fútbol argentino. Ni más ni menos. 

 

 

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