El bicicletazo tirado sobre la raya para superar a Ricardo Julio y Daniel Juárez, es una técnica que acostumbran emplear los embaladores que, con esa acción, sacan los milímetros necesarios para adjudicarse una prueba por la mínima diferencia. Así, pegando el golpe de timón en el momento justo, el decisivo, Daniel Zamora se quedó con la primera etapa de una Doble Calingasta, Gran premio DIARIO DE CUYO, que tuvo un trámite intenso desde la partida.

91 ciclistas registraron su inscripción para la carrera del club Del Bono, pero largaron 85 porque seis no acudieron a la cita. Un número importante si se quiere para una carrera que en los años anteriores había perdido convocatoria. Su ubicación en el calendario, después de la Vuelta le restaba brillo.

La mañana seminublada y fresca, con una brisa del sur, era una invitación para la aventura. Así lo entendieron los municipales pocitanos que desde la partida salieron con todo. Al llegar a la cima del Villicum, ya el grupo se había disgregado en racimos de ciclistas que buscaban la cadencia adecuada para sobrellevar las exigencias de los ascensos.

Roman Mastrangelo, Roberto Richeze, Gerardo Tivani y el riojano Jorge Nieto fueron los quijotes que atacaron los molinos de viento sin reparos en que tremendo esfuerzo les pasaría factura al final. Con ellos se prendieron Juan Pablo Dotti y Franco López (A.V. de Fátima), Juan Gáspari y Rubén Ramos (Municipalidad de Rawson), Daniel Juárez y Matías Recabarren (Municipalidad de Rivadavia), Oscar Villalobo y Agustín Fraysse (Full Time). Ese grupito se fue disgregando a medida que pasaban los kilómetros y al llegar a la estación de Talacasto con el arribo de Emanuel Saldaño, entre otros, los líderes llegaron a ser 28 hombres, quienes aventajaban al pelotón, donde viajaba el resto, una diferencia que orillaba los 2 minutos.

Después del derivador y con el ascenso a la Quebrada de las Burras, mostraron las uñas Dotti y Franco López. Ricardo Escuela le ganó a Dotti las dos metas de montaña, marcando presencia y dando un toque de alerta a todos si ese grupo definía la etapa al embalaje.

Al pasar el puente de Pachaco, el grupo de cabeza, al que se habían incorporado Daniel Zamora y Luciano Montivero, le llevaba 7 minutos al pelotón. Luz que por la calidad de quienes iban arriba ya se presumía indescontable.

Los refuerzos que recibieron Dotti y López descendiendo la cota máxima en la Quebrada hacía el puente que atraviesa el Río San Juan, serían claves para volcar la carrera a favor de los intereses piqueteros.

Allí, con 18 hombres en la punta, comenzó otra carrera. En la que, con el oficio, de los dirigidos por Daniel Castro, marcó diferencias. Fue como una partida de ajedrez. Los de Chimbas realizaron movimientos que jaquearon la tranquilidad del grupo. Primero Franco López y luego Juan Pablo Dotti, llegaron a tener 200 metros a su favor. Ninguno pudo coronar exitosamente la fuga, pero sus ataques sirvieron para que el esfuerzo de Zamora que salió a buscar a Juárez, al que alcanzó junto a Julio culminara con la expectativa que tenía.

“Zamorita” que venía acalambrado, recuperó aire en el ataque de sus compañeros y lo utilizó en el esfuerzo supremo sobre la raya sepultando las ilusiones del Turco Julio y el chaqueño Juárez.