Si bien no se dio como él, sus seres queridos y todo San Juan hubiese añorado, Zacarías Morán Correa se dio un lujo más desde que viste la camiseta de River Plate. El volante caucetero ingresó desde el banco de suplentes en el amistoso que sostuvo el Millonario ante Talleres, el domingo en Córdoba, y a pesar que en el esquema titular de River predominaron chicos de Reserva, no deja de ser un debut en la máxima categoría del fútbol argentino -por lo menos para las estadísticas- y por ende fue elegido por DIARIO DE CUYO como el "Personaje del finde".
El pibe de 19 años se convirtió así en el segundo sanjuanino en debutar en la Primera de River, antes -en el 2006- lo había hecho Emmanuel Campo (ver aparte).
"No sé si tomarlo como un debut pero lógico que fue muy fuerte para mí. Jugar en el Kempes con 40 mil, 50 mil personas fue una sensación muy linda". Con esas palabras "Zaca" atendió a este medio ayer desde la pensión de River, esa misma que lo acuna desde los 11 años cuando se fue a la "gran ciudad" a vivir una aventura.
Debido a su preparación para la Sudamericana y posteriormente el Mundial de Clubes, la puerta se le abrió a los chicos de Reserva que dieron un gran espectáculo en Córdoba en el encuentro que sirvió para celebrar el ascenso de Talleres a la Primera "B" Nacional. Y allí estaba Zacarías. Y el DT, Facundo Villalba, no dudó en meterlo. Ingresó en el complemento y jugó a estadio lleno, con su papá Dante, su mamá Silvana, su hermana Ani y un primo alentando desde la tribuna y seguramente dejando correr alguna lágrima de emoción. "Toda la gente hoy (por ayer) me felicitaba. Yo no sé cómo reaccionar, esto me tomó de sorpresa; a pesar de ser un amistoso tuvo gran relevancia", contó.
El único varón del matrimonio caucetero Morán-Correa, se entusiasma con que su debut en el equipo mayor que dirige Gallardo pueda llegar de una vez por todas. "Todos los días se puede crecer para llegar al gran objetivo, me levanto todos los días con esa idea y sé que aunque sea un pequeño paso por día tengo que darlo. Un muro no se construye de la noche a la mañana", con esa frase metafórica Zacarías dejó en claro con la mentalidad y profesionalismo que se toma diariamente su chance de continuar haciendo lo que tanto ama.
Volviendo al encuentro del domingo, el mismo volante contó las indicaciones que le dio su entrenador previo a ingresar a la cancha: "Me dijo que me meta entre los centrales cuando atacaran por la banda y que tuviera cuidado con el enganche de ellos porque tenía buena pegada. Creo que cumplí", contó entre risas Zacarías, ese chico que se crió en las calles mismas del ingreso a Caucete y partió a Buenos Aires con una mochila llena de ilusiones, y que quizás en un remoto sueño se imaginó su debut. Un pilar importante para ser la persona que es hoy, resultó de su fe en Dios. En entrevistas anteriores había contado que se apoyó en la religión desde que llegó a River con casi 11 años: "Sentía que me decía que caminara y yo caminé", contó años atrás. Y claro, hoy "Zaca", como lo llaman sus compañeros en Nuñez, sigue caminando y a pasos agigantados.
