Una de las mejores noticias del domingo en el mundo verdinegro fue que el volante sanjuanino Lucas Salas, el formado de la cantera del club, volvió a jugar luego de 10 meses en el que las lesiones lo privaron de ese reencuentro que tuvo ayer en el partido de Reserva, el que se disputó como previa al encuentro de Primera ante Boca y que finalizó 0-0.
Fueron 10 meses largos de espera, que empezó por un desgarro y que luego fueron apareciendo otros problemas que llevaron a que su recuperación fuera demasiada extensa. Sufrió desde afuera pero sabiendo que su meta era volver a una cancha y ayer se le dio. Apenas habían pasado 10 minutos del segundo tiempo cuando ingresó al campo de juego y los nervios quedaron de lado. La misión estaba cumplida.
Atrás quedó el mes que debió instalarse en Buenos Aires como parte de su recuperación. Debió fortalecer su musculatura para evitar posibles lesiones y el fútbol le dio revancha. "Cuanto espere este día.. Que emoción tan grande!! Gracias a mi familia y amigos por el apoyo incondicional. Vamos arriba!!!", escribió en su cuenta de Twitter apenas un par de horas antes de su regreso.
En la tribuna estaba sus padres, quienes siguieron atentos hasta que Lucas hizo la entrada en calor y vivieron como propio el regreso del volante de 22 que vistió la camiseta de la Selección Nacional Sub20 en el 2012, en el torneo Cuatro Naciones que se desarrolló en la ciudad de La Serena, Chile.
Lucas es el actual dueño de la camiseta Nº 10 de San Martín, toda una responsabilidad en la que ahora se mentalizará para que de a poco Gorosito lo tengo en sus planes. "Tengo nervios, fue mucho tiempo de inactividad y sólo espero que la pierna me responda", le había comentado a DIARIO DE CUYO en la previa. El redebut para uno de los pocos sanjuaninos en el plantel de Primera pasó y luego de 10 meses, ayer Lucas volvió a encontrarse con su gran amor.