El golfista estadounidense Tiger Woods completó ayer uno de los mayores retornos en la historia del deporte y puso fin a 11 años de sequía en los grandes torneos al coronarse campeón del Masters que se juega anualmente en Augusta y llevarse su quinta chaqueta verde.
Logró un total 70 golpes, dos bajo el par, lo que le permitió lograr una ajustada victoria por un golpe sobre sus compatriotas Dustin Johnson, Brooks Keopka y Xander Schauffele y el decimoquinto título de un gran torneo, algo que muchos pensaron que no se daría y que generó especulaciones sobre Woods si iría por el récord de Jack Nicklaus de 18 coronas.
El golfista de 43 años no ganaba un título de un gran torneo desde el U.S. Open de 2008 y su último triunfo en Augusta había sido en 2005. Esta victoria le valió quedar a una victoria del récord de Nicklaus en el tradicional certamen.
La victoria también representa la primera vez que Woods gana un gran torneo sin estar al frente después de 54 hoyos. La carrera hacia el título de Francesco Molinari, líder del sábado, colapsó con dos doble bogeys.