¿Para qué puede servir un calendario con fotos de seis atletas olímpicos? La pregunta, esta vez, es capciosa. Tiene una intención. Evidente y dirigida. Desde que surgió LNCorre, allá por 2013, con sus tres ediciones anuales en formato papel y su bastión digital, la búsqueda de quienes escriben ha sido que el masivo y democrático movimiento del running se derrame en el atletismo nacional. "¿Para qué se meten en eso? ¿Vale la pena semejante esfuerzo? ¿Vale la pena involucrarse con el "dinero" de quienes organizan las carreras de calle y montaña (por el trail running)? No creo que lleguen a buen puerto. Ellos tienen una visión empresarial y poco les importa el atletismo", escribió un incrédulo y ácido lector.

 

La respuesta fue contundente, respetuosa y ajena a la grieta, una palabra que en los últimos años se hizo carne en casi todos los órdenes de la vida. "Porque soñamos con un deporte mejor, más inclusivo y que de una vez por todas potencie a quienes corren en el pelotón de punta. Soñamos con eso… Para que los Juegos de la Juventud de Buenos Aires 2018 sean un punto de partida para el crecimiento sostenido. Y para que los Juegos Olímpicos de Tokio 2020 tengan a más de 13 atletas, tal como hubo en Río 2016. Por todo eso vale la pena escribir, investigar y cuestionar el status quo imperante". Y así concluyó el diálogo, por así llamarlo: "Ustedes están locos. Están verdaderamente locos. Nadie los va a escuchar pero avancen por [Mariano] Mastromarino, por [Marita] Peralta, por [Joaquín] Arbe y tantos otros atletas que corren con el corazón. Ellos lo hacen por amor. Insisto: ¡ustedes están locos!".

 

Es verdad. Razón no le falta a este amable lector para poner en palabras algo así como el pensamiento único que las viejas estructuras no quieren ni buscan modificar. Un poco locos (bastante locos) estamos y, por eso, nos permitimos soñar. ¿Qué tiene de malo? ¿Molesta? Lo siento (lo sentimos) mucho. Ese es el horizonte de LNCorre y hacia allí apunta con la convicción de provocar un movimiento ascendente que genere y propicie mejores condiciones para los atletas de elite, los verdaderos protagonistas. Sea la carrera que sea.

 

 

Un paso, un necesario primer paso

 

"Al principio me pareció raro, me llamó la atención. No es que no creí sino que ya tuve tantas promesas que uno se toma las cosas con más calma y tranquilidad. Hasta que no veo algo concretado lo apoyo pero no me ilusiono. Así evito desilusionarme". Mariano Mastromarino sabe lo que dice. Entiende lo que dice. "Me llamó Rody [Giordano] y me dijo que quería hacer un book de fotos con los seis olímpicos", cuenta. Y agrega: "La idea me pareció increíble. Vinimos con Marita [Peralta] desde Mar del Plata, hicimos las fotos, grabamos unos videos en una tarde y nos volvimos a casa muy contentos con algo que está empezando y vale la pena apoyar". Su compañera y amiga lo confirma con su típica y envolvente sonrisa: "Hicimos de modelos. Jugamos a ser modelos por un buen rato. Nos divertimos y eso nos ayudó porque es el puntapié de algo superador. Innovador, como mínimo".

 

Las fotos se tomaron el 19 de septiembre pasado, en el estudio de Marieta Vázquez, con la premisa de que una selección con las doce mejores imágenes se conviertan en un calendario que será entregado a los corredores con el kit de San Silvestre, la última carrera del año en la ciudad de Buenos Aires. Esta prueba configura, desde 2010, el cierre de la temporada y, año a año, logró convertirse en un clásico que pasó de poco más de 900 a 5000 inscriptos.

 

"Soy un amante del atletismo. Corrí a finales de los ´80 y principios de los ´90 de manera activa. Hace tiempo vengo con la idea de generar recursos para apoyar a corredores, más específicamente a los maratonistas olímpicos. Atletas que, en definitiva, están vinculados con mi actividad profesional", explica Rodolfo Giordano, creador de Sportsfacilities, uno de los principales organizadores de carreras del país. "Siento un afecto, un apego especial por las carreras denominadas de ruta, más concretamente por el maratón. Como los recursos que puedo generar no pueden ampliarse a todas las disciplinas del atletismo decidí, a partir de 2017, apoyar a los atletas con posibilidades olímpicas en la prueba de maratón", agrega.

De esta manera, el líder de Sportsfacilities ideó una campaña que se iniciará el próximo 31 de diciembre con un objetivo claro: apoyar a los maratonistas con un monto fijo (a estipular) que saldrá de cada una de las carreras que realice su empresa. "La idea es extender esta propuesta a las carreras que hagamos técnicamente nosotros, pero que le pertenezcan a una marca puntual. Los recursos se empiezan a juntar con San Silvestre y se continúa por año calendario", afirma Giordano.

El plan consiste en tomar un monto fijo de cada una de las carreras que sean productos generados desde la usina creativa de Sportsfacilities. "Carreras propias son las Estaciones (con sus 4 ediciones), la Nocturna, San Silvestre, los 30k de Buenos Aires, Halloween, Country Race y 3 o 4 nuevas propuestas que vamos a lanzar para 2017", sostiene Giordano, mientras toma su segundo vaso de jugo de naranjas en el histórico bar El Hipopótamo, ubicado en Brasil y Defensa, frente al Parque Lezama. Hace una pausa, una larga pausa. Da toda la sensación de estar meditando una idea. "Acérquense que les quiero mostrar las fotos y el video que hicimos. ¡Es muy bueno! ¡Miren estas fotos!", se entusiasma, al tiempo que se frota las manos en un claro signo de felicidad. "¿Qué les parece? ¿Qué les parece?", interroga a sus interlocutores. "Esto es un sueño hecho realidad".

 

Choque de realidad

 

Hacía poco más de 24 horas que Viviana Chávez había terminado de correr el maratón olímpico. Era lunes 8 de agosto y el viaje que tenía por delante era largo. Con el sueño cumplido y muy bien guardado en su valija, Viviana se disponía a esperar para abordar el avión en el aeropuerto el Galeão, en Río de Janeiro, que la trasladaría a Buenos Aires y de allí a San Juan para recorrer en automóvil los poco más de 200 km que separan la capital de su provincia con Astica, el pueblo agrícola de 700 habitantes que la vio nacer. Quedaba poco más de una hora y la sanjuanina de 29 años tenía hambre. Pasó migraciones, hizo el preembarque, se acercó a una confitería y pidió un café con una porción grande de torta de membrillo que "tenía una pinta bárbara". Al abrir la billetera, Chávez se dio cuenta de que no le alcanzaba el dinero. Debió cambiar ese pedazo grande de torta por uno mínimo con una infusión, también de un tamaño mucho menor.

 

Acostumbrada a estas vicisitudes, Viviana no se sonrojó y, con simpatía, le intentó explicar al empleado que no le alcanzaba. "No es la primera vez que me pasa. Es feo, lo sé. Un día antes estaba con la camiseta argentina, había pasado por la Villa Olímpica con todo a disposición y un rato después no tenía plata para tomarme un café con algo dulce. Eso muchas veces te fortalece, pero no deja de hacerte ruido", cuenta la maratonista que completó los 42,195km en 3h03m23s, en una carrera en la que el calor fue el convidado de piedra que transformó a Río en una verdadera sucursal del infierno. "Es algo muy importante que un privado tenga la iniciativa de ayudarnos -apunta Chávez-. Es muy destacable y valorable. Ojalá muchos lo imiten y se sumen para generar recursos. Así cambiaría lo que pasa con nuestro querido deporte". Para ella, el atletismo es su medio de vida. Empezó en 2010. Tenía 23 años y con dedicación pasó de novata a olímpica.

 

 

Ahora correrá el Mundial de 2017 (ya tiene marca clasificatoria) y este proyecto lo entiende como una gran rueda de auxilio. Al igual que su compañera, para la cordobesa Rosa Godoy el proyecto Olímpicos es un mojón, un nuevo espacio para intentar una nueva refundación de esta actividad deportiva. "Estas fotos sirven para mostrar que se pueden hacer cosas nuevas que sustenten a quienes día a día intentamos dedicarnos de lleno a esto. Sin pasión nada es posible, es cierto. Pero sin apoyo económico, ¿cómo hacemos para dedicarnos sólo a correr?", sentencia Godoy.

 

La visión de los atletas intenta romper con algunos preceptos corroídos y anquilosados. Ellos aceptan y sostienen que ser atleta de elite no es lo mismo que ser un runner. "Creo que el atletismo y el running se necesitan. ¿Qué sería de las carreras sin los atletas de elite y qué sería del atletismo sin el running? Las carreras sin runners no serían lo que son en la actualidad. El maratón de Mar del Plata, el año pasado, convocó a casi 8000 personas en sus tres distancias. Buenos Aires, este año, a más de 20.000 en su media maratón. Pensar que el atletismo y el running no pueden convivir es algo que no va más. Lo viví en Nueva York y en cada carrera en la que competí en el exterior. En Nueva York, el trato al atleta es preferencial y al runner común también", dice Mastromarino. "Se necesitan. Claro que se necesitan. Los organizadores tienen en sus manos las herramientas para que nosotros podamos estar mejor", apunta el marplatense. En sintonía, Federico Bruno advierte: "Esto que se hizo es para darle mucha repercusión. La ayuda de Rody para mí es una noticia muy importante".

 

El proyecto Olímpicos surgió de un privado. Un privado que de joven corrió con atletas de elite. Un privado que encontró en las carreras de calle el lugar ideal para plasmar su trabajo como productor de grandes espectáculos y la locura, sana y adictiva, que miles de personas practican día a día: la elección de una terapia distinta, la que se hace en zapatillas.

 

 

Fuente: La Nación