Práctico, duro, contundente. Esas eran las señales de identidad del modelo Villa Obrera 2015 para este Federal B y en las dos últimas dos fechas se había desdibujado ese ADN. No le salían las cosas, perdía seguido y lo peor era que no se podía levantar. Pero esa amnesia llegó a su fin en el momento más indicado por el conjunto Villero y con las banderas de la contundencia y el sacrificio, goleó por 3-0 a un descolorido Colón Junior en la calle Sargento Cabral. La victoria de Villa Obrera se consumó y se justificó en el segundo tiempo cuando apareció la capacidad goleadora del ex-Marquesado, Jorge Olivares, quien aprovechó la chance de ser titular más la potencia de Facundo Reyes como para terminar de abrochar una victoria indispensable.

Las necesidades de los dos eran parecidas. Los dos venían tocados, los dos querían salir de este trance y así encararon la historia. Con Colón intentando presionar a partir del andar de Pacheco en el medio, la velocidad de Carmona arriba y la potencia de Avila. Pero no tuvo demasiados argumentos más allá de las ganas y en esos primeros 45’ apenas inquietó a Leo Avila. La Villa se intentó parar bien, se acomodó en el medio y solamente llegó con un tiro libre de Reyes que sacó Mingolla.

Pero en el complemento cambiaría todo porque a los 7’ y de jugada preparada llegó la apertura del marcador cuando al centro de Alvarez lo bajó Soria en el segundo palo y le sirvió el gol a Jorge Olivares que cabeceó solo en el área chica. Ahí, la Villa encontró el partido a su medida porque se replegó, se plantó en la marca y esperó la contra para sentenciar. Y se le daría a los 18’ cuando otra vez Olivares, desde la puerta del área metió una volea que fue inatajable para Mingolla. Quedaba aún el golpe de gracia y se lo daría Facundo Reyes que terminó una contra que Abaca por la izquierda, con una mediavuelta letal. Colón hizo lo que pudo. Sin respuestas futbolísticas pero con el corazón en la mano buscó algo de paz en un descuento que nunca llegó.