Mauro Vigliano hizo ayer su debut como juez en el Superclásico entre River Plate y Boca Juniors y arbitró con muchos errores, especialmente el tiro penal que cobró a favor de los millonarios, y algunos aciertos, durante un partido polémico que no debió jugarse por el pésimo estado del campo del estadio Monumental debido a la intensa lluvia hubo durante todo el cotejo.

Vigliano puede ser calificado con cuatro puntos, debido a que la cancha daba para interpretaciones y muchas veces acertó. Difícil era ver si ciertas jugadas eran infracciones o simplemente acciones disputadas con vehemencia, el penal lo sancionó más por intuición que por lo que fue, debido a que no hubo mano de Fernando Gago y no era último recurso, por lo cual se apuró en la expulsión por no consultar al juez de línea.

En el segundo tiempo cobró varias divididas para los visitantes, y de este modo inclinó la cancha para Boca signado por el peso de la decisión anterior, le costó manejar el desarrollo del partido probablemente por la presión que implicó decidir que se juegue en una cancha en la que se hacía difícil jugar, estuvo presionado. En ese segundo tiempo el árbitro también se equivocó al sacarle tarjeta amarilla a Gabriel Mercado. A los 10 minutos del segundo tiempo, el lateral del equipo de Gallardo fue a disputar una pelota sobre el sector izquierdo del campo rival. Pero fue con tanto ímpetu que se dejó derrapar por el agua y fue con la plancha para derribar a Emanuel Insúa, por lo que correspondía la expulsión.

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Luego de debutar dirigiendo un superclásico, Vigliano habló de su pobre actuación y afirmó que “sancioné lo que vi. No observé ninguna repetición. Hablé con Arruabarrena, sabiendo él la repetición. Lo único que le dije era que si hubo un error, pediré disculpas. Me entero por ustedes del error y charlando con Arruabarrena. Si me equivoqué, lo asumiré” y agregó “soy condescendiente con lo que veo. Veo un gesto de Gago. Pone la mano poco ortodoxa. Lo expulso por último hombre. Nadie quiere equivocarse”.