Vélez Sarsfield, campeón del torneo Clausura, eliminó anoche al Boca Juniors de la Copa Sudamericana al imponerse con autoridad por 1-0 y será el rival en los octavos de final de Unión Española chileno.

El tanto marcado por Jonathan Cristaldo, a los 15 minutos del complemento, dejó fuera de carrera a un Boca anodino, con escasas respuestas, que terminó el encuentro con diez jugadores por la expulsión de su goleador Martín Palermo a los 38′ del complemento.

Un Vélez sólido, que pudo tener una ventaja más amplia en el marcador, dejó al equipo de Basile en una delicada situación, porque además de quedar eliminado en el torneo continental cumple una pobre actuación en el Apertura local, y con escasas chances de clasificar a la próxima Libertadores.

El desconcierto boquense desde su salida de los vestuarios quedó en evidencia ante el carácter de un rival ordenado, dispuesto a presionar a fondo en la zona media, a abrir el juego y buscar su destino como dominador absoluto del balón.

Vélez dio muestras de su solidez a base de precisión, mientras que Boca padeció el partido en la parte inicial con individualidades erráticas, desencuentros permanentes entre los creativos Riquelme e Insúa y el aislamiento total de sus puntas Palermo y Noir.

Dueño de la situación, Vélez se filtró de manera permanente en el área auriazul a través de Moralez, Martínez, Cubero y el uruguayo Hernán López y convirtió en figura al arquero Abbondanzieri, que paró cinco disparos de gol en el primer tiempo.

Noir tuvo dos situaciones inmejorables para poner en ventaja a Boca, pero malogró con un cabezazo y un disparo raso fallidos tras dos errores defensivos del conjunto de Ricardo Gareca.

En la segunda parte, Vélez tampoco cedió la iniciativa. A los 15 logró hacer un hueco por el medio de la defensa de Boca con un pase profundo de Cubero para Cristaldo, quien ‘fusiló’ a Abbondanzieri y abrió el marcador.

Boca pasó a depender de conseguir una hazaña, porque el desarrollo del juego no permitía que abrigara demasiadas esperanzas de igualar para ir a los penales. Empujaba más de lo que atacaba para lograrlo y a los 38 minutos, con la expulsión de Palermo, por una falta contra Papa, perdió las pocas posibilidades que le quedaban.