Aunque lo intentaron, fue justamente lo que no pudieron hacer en la primera etapa distintos candidatos a quedarse con la octava edición de la prueba. En algunos casos por pinchaduras a escasos kilómetros de la llegada, y en otros por una gran rodada que se dio en la primera parte de la prueba. Es decir, comenzaron con el pie izquierdo.
Uno de los primeros que sintió la poca fortuna en carne propia fue el Tren de Laboulaye, Guillermo Brunetta, dos veces campeón del Giro, que sufrió en una masiva rodada en el inicio. Otro que perdió valiosos minutos en esa contingencia fue un gran candidato para esta edición como Matías Médici, un gran contrarrelojista, que debió contar con la ayuda de compañeros del Scott para llegar con lo justo acoplado al grupo mayoritario de punta. "Tuve mucha mala suerte. Me sentía bien en lo físico como para estar arriba con el pelotón, pero la caída me complicó todo. No me quedó otra que pedalear cerca de 40 kilómetros junto a un compañero que se quedó para darme una mano", explicó el Flaco, quien junto a Saldaño y su compañero Jorge Giacinti es gran candidato a luchar la etapa CRI del domingo por la mañana.
Los que estuvieron peleados con la suerte, pero por pinchaduras, fueron Darío Díaz, quien sufrió un par de estas desgracias, y el ganador de la Doble Difunta Correa, Claudio Flores. "Estoy con mucha bronca. Faltando cuatro kilómetros pinché y me quedé sin chances", remarcó el tresarroyense quien culminó el esfuerzo a dos minutos del líder, Ricardo Escuela.

