Con 18 años está compitiendo en su cuarto Binacional de Integración Andina. Comenzó a mostrar su valía en Maule 2008, donde, dando casi cuatro años y muchos kilogramos de masa muscular de ventaja, logró un par de medallas de bronce. Su rendimiento fue creciendo al igual que su tamaño e idéntico desarrollo tuvo su mentalidad competitiva.
Por ello Valentín Vargas fue al pasado Mundial Juvenil el Lima, Perú y, también por lo mismo, es hoy el deportista insignia de la delegación sanjuanina.
Ayer por la noche llevó la bandera argentina en el acto inaugural, derecho que ganó por mérito propio apoyado en los resultados conseguidos en años anteriores y en los que comenzó a lograr ayer.
Candidato a ganar los 100 metros espalda, esperó casi sin inmutarse el momento de ingresar a la piscina. En la partida sacó medio cuerpo de diferencia y luego impuso un ritmo que no pudieron contrarrestar sus oponentes.
Le sacó 3s.03/10 a Javier Vázquez de Maule y después, casi sin descanso corrió los 50 metros libres, donde terminó en el tercer puesto final, aportando una medalla de bronce.
La prueba de los 1.500 metros fue un monólogo de los sanjuaninos Santiago Greco y Felipe Vargas, le sacaron dos vueltas al tercero, Rodrigo Navarrete, de Maule. El mano a mano entre los dos chicos locales se definió en las últimas diez, de las 60 vueltas cuando Greco, que habitualmente no corre esta distancia, cerró mejor su tarea que se había iniciado con una floja partida.
También las chicas, con Diana Leale, dando cuatro años de ventaja, sumaron lo suyo. La pequeña nadadora fue tercera en los 100 metros espaldas.
Aparte de la medalla de plata conseguida en los 1.500 metros, Felipe Vargas también subió al podio en los 100 metros espalda. Colgó de su cuello la presea de bronce tras haber logrado el tercer tiempo. Algo muy meritorio, si se tiene en cuenta que lo suyo suelen ser competencias de mayor extensión.
Los resultados logrados por los nadadores son fruto de una aceitada maquinaria que incluye a dirigentes, entrenadores, padres y, por lógica consecuencia, a los nadadores, cuya calidad devuelve con creces todo el esfuerzo invertido en su evolución.
