En el Estadio de los Trabajadores de Beijing, los chinos viven con efusividad la presencia de la Selección Argentina y Lionel Messi tardó apenas un minuto y medio en regalarles un golazo en el amistoso con Australia y en anotar, en su cuenta personal, el gol más rápido de su carrera.

El gol 103 de Leo con la casaca albiceleste llegó al minuto y 21 segundos del partido, sólo 81 segundos se demoró el hombre con el 10 en la espalda en conquistar un nuevo récord de su laureada carrera. Hasta este 15 de junio de 2023, Leo tenía como mejor marca personal la de los 127 segundos de un encuentro de Champions League entre Barcelona y Chelsea en 2018. En la Selección, en tanto, su tanto más rápido se lo había convertido a Nigeria en 2014. ¿Cuánto había tarado hace casi una década? Dos minutos y 26 segundos.

En total, Messi tenía cinco goles metidos a los tres minutos en su carrera. El primero fue hace casi 13 años, el 29 de agosto de 2010, contra Racing de Santander; luego, llegó el mencionado con Argentina contra los nigerianos; dos años después, el 13 de septiembre de 2016, le había hecho uno de los siete del Barcelona al Celtic. Después del que era el más rápido hasta ahora, contra Chelsea, le había anotado a los dos minutos uno al Slavia Praga (2-1) el 23 de octubre de 2019.

Así, a Messi sólo le falta meter un gol en el primer minuto de juego. Es decir antes de los 60 segundos. Le faltaba sólo convertir en el segundo y lo hizo este jueves en Beijing. El resto de los lotes en los 90 está completo. También tiene  gritos en los 45+1, 45+2, 45+3, 90+1, 90+2, 90+3, 90+4, 90+5, 90+12 y 110. Impresionante.

La marca de esta mañana en Argentina, sin embargo, no es la mejor de la Scaloneta. El 20 de noviembre de 2018, Mauro Icardi convirtió al minuto y 11 segundos el primer gol del 2 a 0 a México en un amistoso disputado en Mendoza.

Esta vez, fue una jugada rápida, quirúrgica, precisa. Australia se equivocó en la salida por la presión de Enzo Fernández, que la recuperó, se adelantó uno metros y se la cedió a su derecha a Leo.

Al tocar la medialuna, apenas, Messi hizo despegar la pelota de su zurda mágica para que se colara pegada al palo derecho del arquero Mathew Ryan. Golazo, festejo, alegría en ese estadio que tanto se parece al Lusail donde Leo y sus compañeros fueron tan felices hace apenas siete meses.


A una semana de confirmar su desembarco en la MLS de Estados Unidos, para jugar en el Inter de Miami después de dos años tumultuosos en el París Saint-Germain y unos días antes de comenzar sus vacaciones -no jugará el amistoso del lunes contra Indonesia-, el rosarino se divierte con las tres estrellas pegadas al corazón.

De hecho, con 10 goles en los últimos 7 partidos, la Pulga se encuentra a los 36 años con su mejor racha en la Selección Argentina. 

Fuente: Clarín