La apuesta de Atlético Unión es decididamente al ascenso. Desde que se decidió a conformar el ‘Plan Argentino B 2013-14’, todo apuntó a eso. A partir de la elección de Carlos Enrique como nuevo entrenador hasta la llegada de futbolistas con nombres consagrados en otras categorías, confirmaron que los resultados eran a plazo corto y que cualquier otro rendimiento era fracaso para el club de Rawson. Han pasado las primeras 6 fechas del Argentino B y Unión ya se ubicó en la punta de la Zona 4 ratificando que se armó para eso y que nada es obra de la casualidad. Con 12 puntos, 4 triunfos y sólo una derrota (tiene un partido pendiente al igual que otros clubes de la zona), el Azul ha sido el de mejor envión inicial de todos los sanjuaninos que conforman esta zona. No ha empatado y lo mejor está en su poder de gol con un registro de 1,8 gol por partido. Mucho tiene que ver lo que trajo para el ataque porque repatrió a Federico Acevedo y le agregó a Lisandro Sacripanti. Su fuerte está en el ataque. Esa es su carta ganadora buscando el objetivo mayor.

La contracara de la Zona 4 es el Atlético Trinidad que aún no pudo ganar en las 5 fechas que disputó, sumando 3 empates y 2 derrotas. Esas cifras ya le dieron salida al ciclo del Roly Rodríguez y ahora intenta relanzarse de la mano de Juan Pagés. En nombres, está a la altura de Unión porque apostó fuerte y aun no aparecen los resultados.

En el lote de los que están acomodándose a la categoría, uno viniendo del Argentino A y otros subiendo desde el Torneo del Interior, el mejor parado parece ser Villa Obrera. Que arrancó mal, se llevó a un técnico (Santos Gaetán) en ese comienzo fallido y ahora encarriló su campaña haciéndose fuerte de local y habiendo metido una victoria como visitante. Atenas Pocito es una incógnita. Su pretemporada fue desprolija pero encontró de arranque un par de buenos resultados aunque hoy se cayó. Desamparados sigue sin poder terminar de arrancar. Comenzó bien, ganó pero después no ha podido sumar de a tres y eso desgasta. Su imagen no es mala pero necesita puntos para ratificar sus aspiraciones.

Los casos de Alianza y de Del Bono son distintos. El Lechuzo se armó muy bien pero no puede concebir aún una propuesta que lo identifique, mientras que el Bodeguero se ha hecho fuerte en la humildad y eso lo convierte en rival peligroso para el que sea.