Tenía que ganar para seguir vivo. Tenía que dejar los tres puntos en casa para agigantar su sueño. Tenía que vencer a Central Norte porque era uno de los rivales directos. Tanto era lo que se jugaba Unión en 90 minutos y aprobó el examen. Con los justo, regulando, por momentos manejando, por otros cuidando el resultado, terminó sufriendo y casi se lo empatan, pero eso a nadie en Villa Krause ahora le importa, porque Unión ganó "el partido" que debía ganar, superó por 2-1 a Central Norte y quedó a un partido del ascenso, que será el miércoles 2 de junio en Córdoba ante General Paz Juniors. Allí, ganado habrá cumplido el sueño que ayer comenzó a gestar para abrochar 55 partidos sin perder en el 12 de Octubre.

Porque ganarle a Central Norte no fue sencillo. De entrada, en el calentamiento previo a Jorge Chica la contractura no lo dejó jugar. Pero el Azul tuvo un arranque característico en esta campaña, metedor, protagonista, presionando, sin desesperarse, tocando por abajo y ganado en las alturas.

Apenas iban 30 segundos y en el rebote que dio el arquero Mariano Maino, Santiago Ceballos de cabeza la tiró por arriba del arco. Y 6′ después, el mismo Ceballo encaró y con dos gambetas habilitó a Steiner que no le dio con fuerza a su disparo.

La urgencia y necesidad, apoyados por la garra, estaban de manifiesto. Aunque pasados los 20′, el partido empezó a cambiar, la pelota ya era dividida, iba de una punta a la otra por arriba ya que nadie la bajaba, Unión perdió claridad en su juego y el encuentro se hizo vulgar y totalmente desdibujado.

La tranquilidad para los de Cabello era que los salteños, dentro de lo desteñido del trámite, no llegaban al arco de Biasotti. Sobre los 30′, el local puso la pelota al piso y armó la primera jugada colectiva, con mucho toque y velocidad, que terminó con una definición de Ceballos en posición adelantada, pero que fue clave para reaccionar.

Porque 4′ después llegó el gol de Steiner. Biasotti sacó del arco, la pelota picó, nadie la tocó y de aire, midiendo su destino, el "Galgo" la colgó del ángulo ante la mirada atónita de Maino. 1-0 para darle tranquilidad y dejarle la obligación al rival.

Por eso en el complemento Central Norte se adelantó y de a poco fue arrinconando a Unión. Fabio Giménez remató a la salida de un tiro libre de la visita. El Azul había perdido la pelota y se defendía con uñas y dientes. Cabello mandó a la cancha a Matías Guerra para poner la pausa perdida, pero a los 31′ Steiner se fue expulsado y todo se complicó. Hasta que llegó el penal por la infracción de Armella sobre Laciar (que había ingresado) y el mismo Gino se encargó de hacer explotar el 12 de octubre.

Pero debió sufrir, porque a los 41′, el Wary González quiso despejar y anotó en contra. El 2-1 puso tensión, que pudo ser catástrofe cuando a Zerrizuela le anularon el gol. Pero el pitazo final de Trucco les devolvió el alma al cuerpo, todo fue felicidad y ahora Unión es el único dueño de su destino.