Un grande tiene que ganar todo. Eso dirá la historia y Atlético Unión decidió escribir una página de su propia historia con la tinta indeleble de la gloria. En su primera participación en la Copa de Clubes Campeones, el Azul terminó campeón tras vencer por 1-0 a Atlético San Miguel de Albardón en una intensa final que se terminó definiendo con un gol de Marcelo Simone, a los 11" del complemento. Unión, que apostó todo a esta Copa que organiza la Federación Sanjuanina, terminó justificando esa apuesta con la conquista de un torneo que en su edición 55 llegó al techo de las expectativas por el marco, por el nivel de la final y por este telón inolvidable.
La final fue intensa, pareja. Compleja para los dos y en ese escenario, San Miguel fue el que dejó mejor imagen al cabo del primer tiempo porque sus volantes (Ochoa, Galvez, Carbajal) le ganaron el duelo a los volantes azules. Faltó profundidad en esa apuesta inicial de los albardoneros y sólo un remate desviado de Franco Vila a los 26" fue lo mejor de los albardoneros. Unión no se podía acomodar pero así y todo, de contra, generó una clara cuando Reinoso no pudo con Leo Ávila, a los 40".
Juventud Unida de Caucete terminó tercero tras vencer por 2-1 a San Martín de Rodeo.
En el complemento, Unión salió decidido a jugarlo más arriba. Presionó mejor, y en una de esas salidas defensivas de San Miguel, encontró el camino del gol y la victoria cuando Emanuel Castillo quedó en el piso y dejó suelto al zurdo Simone para encarar por la izquierda y vencer a Ávila. Iban 11" y Unión empezaba a sentirse campeón. Es que vinieron sus mejores minutos del partido, teniendo más espacios, favorecido ya por la obligada postura de San Miguel que empezó a cambiar nombres y esquema. En este contexto, Unión tendría un par de llegadas más de la mano de la velocidad de Alcayaga que desbordó un par de ocasiones pero no encontró a Reinoso bien parado para definir. San Miguel fue con lo que tenía y le quedaba. Centros, pelotazos frontales. Todo eso fue argumento pero sin inquietar jamas a Biasotti. Fue el tiempo el mejor aliado de un Unión que no quería dejar escapar la gloria. Había hecho su gol, el del campeonato, y lo que quedó de partido para empezar a disfrutar de esa sensación de ser el mejor de todos. Fue un domingo para la historia, escrita por un Unión que se metió entre los ganadores de un torneo que sigue creciendo.