Cuando no se puede jugando, hay que ganar luchando. Así, a lo Unión, como su historia lo manda. Cuando ya no hay ideas pero sobra corazón y otras cosas, la mística se puso la camiseta de Ricardo Bernay para lograr el milagro de la clasificación.
Porque con dos menos, de local y en el ultimo instante de partido, Unión venció por 1-0 a Gimnasia y Esgrima de Mendoza en la fecha 20 de la Zona 3 del Federal A y se metió en la Segunda Fase, eludiendo descenso, pensando en ascender y de regalo, asegurando la eliminatoria al menos en la primera etapa de la Copa Argentina 2017.
Todo, todo junto en ese doble cabezazo final del lungo Bernay después del centro del Luto Molina cuando se moría la tarde en el Bicentenario y Unión, nublado por las urgencias y sabiendo que ya no le quedaban respuestas en la mano, fue a buscar la última bola y acertó el pleno.
Rebote en el travesaño tras el primer intento de Bernay y otra vez ahí, servida para hacer estallar los corazones en Rawson y poner ese 1-0 que premió su entrega.
Antes, en esos últimos 15’ de partido sin Pablo Jofré ni Pedro Terrero, ambos expulsados, Unión jugó con el corazón en la mano. Con tres puntas, con Bernay clavado ya de centrodelantero y exponiéndose a las contras de un Gimnasia que mezcló juveniles con algunos experimentados y tuvo dos chances netas de llevarse el partido con Matías Navarro y Jonatan Morán.
Las desperdiciaron y lo dejaron con vida al Azul y como un león herido, Unión fue a matar o morir. Le tocó festejar, clasificar y terminar una etapa gris marcada por 8 empates consecutivos, pero siendo uno de los mejores del grupo 3 con apenas un partido perdido en 20 fechas.
En el primer tiempo, Unión jugó el partido que no debía jugar. Lo traicionó la ansiedad, se nubló en la forma de buscar el camino a la victoria y abusó del pelotazo para facilitarle el trabajo al fondo de Gimnasia que respondió bien y con el laburo de David Garay en el medio, le manejó la pelota y le sacó ritmo. Poco generó desde lo futbolístico el Azul y solo la potencia de Michel García fue lo más rescatable.
En el complemento, Del Cero probó con el Luto Molina para darle fútbol al equipo pero entró otra vez en la neblina futbolística que lo seguía condenando al empate.
Se fueron expulsados primero Jofré y luego Terrero. Quedaban 15’ por delante y era jugarse todo. Bernay fue el abanderado de la heroica búsqueda de Unión.
Lo tuvo, fue peleó arriba y estuvo cerca pero claro el reloj jugaba en contra. Era misión imposible. Pero Unión es Unión y como su historia lo obliga fue al frente y terminó clasificando con ese cabezazo de Bernay y el alarido de todo Rawson que nunca se entregó.
Bernay, el héroe del Bicentenario

Gigante. Desde lo físico y desde lo anímico. Vital para la clasificación por lo que defendió pero también por lo que atacó. Ricardo Bernay se terminó de meter en el corazón Azul en el último instante del partido más importante del año, por eso su balance fue el más esperado por todos en Pocito: “Creo que lo merecimos.
Este grupo ha sufrido demasiado y eso nos ha fortalecido. No ligábamos mucho y varios nos dieron duro con tantos empates seguidos pero creo que la clasificación se merecía. Nos tocó lograrla así, con angustia pero es tan válida como cualquier otra.
Me tocó la suerte de ser el que marque el gol pero lo disfruto mucho con todos los muchachos del plantel porque el sacrificio que se hace es enorme. Fuimos permanentes animadores de este grupo y merecíamos llegar.
No se jugó bien y menos aún con dos jugadores menos pero fuimos al frente y creo que ese es el mérito: no habernos resignado nunca. Ahora se viene otra etapa pero la satisfacción de este momento es única y especial”.
El técnico Del Cero pasó factura a todos

Explotó. Literalmente así, Mauricio Del Cero -técnico de Unión- analizó la angustiosa victoria y clasificación de su equipo, con mucho de revanchismo pasandole factura a todos: “Esto es para los que nos dieron duro, para los que se quedaron con la serie de empates consecutivos sin ver que este Unión fue el equipo que menos perdió en el grupo y que solamente no tenía la suerte para lograr triunfos que se merecía.
Lo buscamos y tal vez no por el camino más indicado pero este grupo me demostró que se tiene un enorme amor propio y nunca se entregó. Por eso esta euforia y la motivación más grande todavía para lo que se viene porque este grupo sabe de sacrificios y nunca se da por vencido aunque lo parezca”.
Los momentos
ACTITUD
Eso le sobró a Unión en especial en los últimos 15’ de partido, cuando en absoluta desventaja numérica, dejó todo su amor propio para cambiar una historia que tuvo final feliz cuando ya nadie lo esperaba.
LIMITACIONES
La ansiedad, las urgencias y varios factores más llevaron a Unión a jugar el partido que no le convenía pero tuvo ese plus final para lograr la milagrosa clasificación con un gol en la última jugada del partido.
MÍSTICA
En Unión, todo es sufrir. Nada es fácil, todo cuesta pero siempre tiene a mano esa cuota de enorme corazón que tuvo que utilizar para poder resolver una historia que se le había complicado como nunca.
