No fue un día más en la intrincada vida deportiva e institucional de Sportivo Desamparados porque las exigencias de la dirigencia sobre horarios de entrenamiento del plantel fueron la mecha que encendió un episodio que por poco no termina en escándalo pero que al final de la jornada terminó en la ratificación unánime de cerrar de la mejor manera esta temporada. Miguel Jofré, el presidente de Sportivo, ya le había anunciado a Luis Recúpero que quería trabajo matutino y más compromiso desde los jugadores. El técnico relativizó el pedido y en la noche del miércoles le dejó claro al titular que incrementar horas no era lo más aconsejable pero no se negó a instrumentarlo. Pidió, eso sí, tiempo para poder implementarlo. Jofré no aceptó esas explicaciones y exigió, ofuscado, que se pusiera en marcha inmediatamente este nuevo plan. En un instante posterior de esa tensa reunión del miércoles se agigantó la posibilidad de que Recúpero se fuera. Pero ayer, pese a que no hubo entrenamiento matutino, por la tarde el técnico dirigió con absoluta normalidad la práctica y minimizó el entredicho con Jofré. Posteriormente, cerca de las 20,30 se volvieron a reunir y todas las diferencias quedaron reducidas a renovar el compromiso de tratar de sumar lo máximo que se pueda en este Apertura.
Recúpero fue el primero en abordar el tema: "Yo le expliqué a Jofré mi pensamiento sobre la forma de implementar el doble turno y la inconveniencia que podía acarrear en los jugadores. No le dije nunca que no pero él quería todo rápido y no es fácil implementarlo. Eso lo ofuscó y, por su juventud, terminó enojado. Yo siempre dije que estoy al servicio de Sportivo y que si decidían traer otro técnico yo no era obstáculo. Lo dejé claro".
Jofré admitió su enojo pero luego recapacitó y priorizó Sportivo por sobre todas las cosas: "Sé muy bien lo que estoy haciendo y quiero lo mejor. Ahora hay que estar unidos para terminar este ciclo de la mejor manera sin dejar de trabajar en lo que se viene".

