Por motivos diferentes para cada uno, pero el Desamparados-San Martín de ayer resultó particular tanto para Marcos Quiroga como para Alejandro Gómez, ambos ex compañeros en la B Nacional en el Verdinegro en la campaña 2008-09. Por el lado del delantero de Sportivo se trató de su regreso al club luego del paso por Gimnasia de Mendoza y así vivir su tercer clásico doméstico, el primero que no pudo ganar ya que las anteriores veces había terminado festejando. Mientras para el coach del Verdinegro resultó su estreno en esta función, con los nervios y ansiedad que implica.
"Me voy conforme por cómo arrancamos el torneo. Uno lo vive a esto de una forma distinta, aunque le cuesta todavía acostumbrarse a que ya no juega", explicó el Cano, a quien en el complemento se le "escapó" algún insulto a un rival cuando éste le entró fuerte a uno de sus dirigidos. Sobre el juego y el 2-2 final subrayó que "me quedé con gusto a más. Creo que de no ser por la mala suerte en el complemento lo podríamos haber ganado".
En la vereda de enfrente, Quiroga explicó que "nos pusimos muy rápido arriba y después no lo supimos liquidar. En lo personal, es lindo estar otra vez en el club y de a poco sé que se va a ver lo mejor tanto mío como del equipo" y agregó "por ahí no pude tener un gran partido porque en el arranque me pisaron en una caída el aductor y eso me molestó el resto del encuentro. Sobre todo después del descanso cuando me enfrié".

