Los conducidos por Ladan Bosso bajaron del micro a puro baile, una costumbre que caracteriza a los equipos africanos y que ya se hizo una marca registrada en los mundiales de diversas categorías.

Luego del triunfo ante la albiceleste, los festejos ganaron el campo de juego por parte de los africanos. En ese sentido, la religión con la fe en Dios fueron el punto de destacado de varios jugadores que celebraron rezando. Incluso, otros mostrando debajo de la camiseta de su país, una blanca con la leyenda de Dios. Ya sí camino al vestuario se desató un "trencito" de los futbolistas para meterse en la intimidad del plantel a cantar y gritar por semejante logro.

Este final redondo difiere mucho con lo vivido el martes en la tarde por el plantel que llegó a San Juan con una demora imprevista de ocho horas. Por este motivo, el plantel no tuvo la práctica previa clásica e incluso se escucharon muchas quejas sobre que "nadie dio explicaciones por el retraso en el vuelo que tanto nos perjudicó".

De esta manera y a 18 años de la final del Mundial de Países Bajos que significó el quinto de los seis títulos que tiene Argentina en esta categoría, el seleccionado nigeriano se tomó "revancha" en suelo sanjuanino.

En aquella oportunidad, un joven Lionel Messi, de apenas 18 años, convirtió los dos goles de la victoria por 2-1 y conquistó su primer título con la Albiceleste. Ayer, la historia fue bien distinta.