Sin dudas saltó como la gran polémica del fin de semana. En realidad fue doble polémica y justo estuvieron involucrados los dos grandes del fútbol argentino: Boca y River. En La Bombonera, todavía con luz natural, el árbitro Luis Alvarez hizo uso de su interpretación -como debe ser- y dio por válida la primera conquista de Boca. La que se dio tras un bombazo de Martín Palermo y que se incrustó en uno de los ángulos del arco de Huracán. Claro, en la acción previa a ese zapatazo la pelota le cayó al Titán quien, en su afán de dominarla, la tocó con su mano izquierda. ¿A propósito o involuntario? Lo cierto es que el movimiento dejó dudas. Sólo el propio Palermo sabe qué es lo que pensó en esas décimas de segundo: Si la quiso bajar a propósito o le pegó de casualidad. El árbitro interpretó la segundo y punto. Mirándolo por enésima vez por la tele, da la sensación que la rapidez del rebote no le dio tiempo a Palermo de sacar su brazo. En consecuencia hay que darle la razón al juez. Igual, la acción no dejó de ser polémica. Está claro que en el bunker de Huracán, todos pusieron el grito en el cielo.

En Mendoza, ya con luz artificial, otra "mano’ desató la ira de todo River, porque Funes Mori culminó con un golazo ese movimiento por el que fue castigado y su tanto no valió. El Millonario y Godoy Cruz empataban 2-2 cuando caía el telón del partido. El Burrito Ortega le metió un pase fenomenal a Funes Mori y éste, abriendo su brazo izquierdo, la bajó con el pecho y metió el zapatazo. La sorpresa general llegó cuando el árbitro Federico Beligoy anuló la conquista y el juez de línea que marcaba el ataque de River, bajó la cabeza y hizo "obediencia debida’, corriendo para el medio sin fu ni fa. Polémica total, porque, después, en la tele, se observa claramente que el juvenil delantero Millonario la bajó perfectamente con el pecho.

Hoy será tema de todos. De la familia, de la calle y de las confiterías. Una mano que terminó en gol convalidado. Otra que no lo fue y determinó que anularan el tanto. Y…, es el fútbol nuestro de cada día. Cada uno lo tomará como le convenga.