La urgencia era ganar. La necesidad eran los tres puntos pero cuando no se puede ganar, siempre es bueno no perder. Esa lectura condensa el significado del empate 1-1 de Sportivo Desamparados con Almirante Brown, por la fecha 30 de la B Nacional. Un punto que no lo sacó directamente de la zona de Descenso pero que sirvió para igualar la línea de Atlanta y Brown de Madryn en una pelea dramática por esquivar a la pérdida de la categoría. Un punto que suma pero que también resta. Un empate que nadie festejó pero que tampoco nadie desprecia. Para Sportivo, puede que el punto no sume tanto desde lo estadístico pero desde lo anímico le entregó una dosis de autoestima que lo puede fortalecer para lo que se viene en la recta final por la permanencia.
El comienzo fue una obra de terror para Sportivo. Y es que antes de los 3 minutos de juego ya perdía. José Luis García, el conductor de Almirante Brown, eligió un centro frontal y en el camino alguien la desvió para descolocar a Aguiar. En la primera llegada, el rival ya castigaba. Y Sportivo sintió el impacto. Desde ese minuto y hasta los 25 del primer tiempo, deambuló casi desorientado en la cancha y la pasó mal. Aguiar fue el responsable de mantener es mínima desventaja con dos tapadas sensacionales. Reaccionó Desamparados y a los 27’ Gigena estrelló su remate en el palo cuando Monasterio ya estaba vencido. Era el empate pero no hubo fortuna.
En el complemento, Arzubialde movió nombres y esquema en Sportivo y encontró algo de lo que necesita este equipo: fútbol. Con Artura de enganche, Drocco y Anívole tuvieron un socio para generar juego y Sportivo se llevó por delante a Brown. Al minuto, Monasterio le tapó el empate a Anívole y desde ese momento, el ataque constante fue propiedad de Sportivo que buscó cruzando la pelota, metiendo diagonales e insistiendo en jugar cuando podía por abajo. Y claro, en ese pasaje del juego le salió a la luz su tremenda falta de gol porque generó opciones pero no pudo convertirlas. Pero así como no tuvo gol, Sportivo tuvo mística para ir a buscar el empate. Con errores, con flaquezas pero con otra actitud y a loso 23’ tuvo premio cuando le hicieron penal a Parisi y Lamberti lo cambió por el gol de la igualdad.
Era el momento. Era ahora o nunca. Y Desamparados fue a buscarlo con el resto que tenía. Presionó en toda la cancha, insistió por los costados y se topó con Monasterio en algunas o con el travesaño en otras para no poder lograr su objetivo. En el final. Walter Cuevas tuvo en sus pies la victoria pero no pudo con la respuesta de su ex compañero Monasterio. Hubiera sido el justo premio para un Desamparados que cambió la actitud y que dejó todo para ganar.
No ganó pero tampoco perdió. Esa es la lectura de la igualdad contra Almirante para Desamparados. En tiempos de vacas flacas, todo suma y el exacto valor del punto lo dará el tiempo y la definición de la permanencia en la B Nacional. Sportivo fue otro desde lo anímico y eso es un paso fundamental para afrontar la definición de la temporada. Entre tanta oscuridad que vivía, el punto fue una luz de esperanza que no se puede despreciar para el futuro.

