Los antecedentes lo marcan. Hasta lo condicionan. San Martín se quedó con una gran deuda la temporada pasada que fue jugando de visitante. Condición en la que los malos rendimientos y por ende la falta de triunfos fueron mermando su rendimiento y alejándolo de a poco de los puestos de vanguardia y dejarlo como en tercer peor equipo de la B Nacional jugando fuera de su cancha. Mañana tendrá la primera salida de este nuevo certamen de la B Nacional jugando ante Boca Unidos en Corrientes (a las 17) y si bien todo se renovó, el karma para San Martín sigue vigente aunque la temporada sea otra.

En el certamen anterior, de 21 encuentros que disputó fuera de Concepción, apenas ganó 2 que fueron ante Independiente Rivadavia en Mendoza (4-3) y Brown de Adrogué (2-1). Con este último se aseguró la permanencia en la divisional. Y es que de armarse para ascender, pasó a la otra vereda, la de la permanencia justamente porque de visitante su producción bajó considerablemente y no sólo perdió puntos, sino que resultó el equipo más vulnerado con 35 goles recibidos y apenas marcó 16, siendo también uno de los más pobres en efectividad.

Y si bien es una deuda pasada, es un dilema vigente porque varios de los jugadores de este plantel de Forestello estaban en el que comandaron en diferentes momentos Garnero, Vivas y Azconzábal. Esos “viejos” y estos “nuevos” futbolistas lo saben y su prueba de fuego será hoy para empezar a romper con esas estadísticas.

El Yagui Forestello le confesó a DIARIO DE CUYO en la previa al debut que “con 30 puntos estamos en Primera”. Es decir la mitad de los que habrá en juego. La cuenta es sencilla, gana todos los encuentros de local, condición en la que es fuerte, y sube. Pero si deja puntos en el camino los deberá recuperar de visitante. Una tarea que le costó demasiado en el pasado año futbolístico y que quiere empezar a revertir desde mañana en Corrientes.