El Tour de Francia vivió ayer otra jornada accidentada, luego de una caída se quedó sin líder, porque el alemán Tony Martin (Ettix QuickSteep) sufrió una caída en el final del sexto parcial que le produjo una fractura de clavícula y lo obligó a abandonar la carrera. En esta etapa de 191,5 kilómetros, que unió las ciudades de Abbeville y Le Havre, el ciclista argentino Eduardo Sepúlveda (Bretagne Sèché) completó su mejor desempeño en la presente ronda gala, al ubicarse en la 22da colocación, a sólo dos segundos del solitario vencedor, el checo Zdenek Stybar (Ettix).
El chubutense, Sepúlveda, de 24 años, tenía la 28va ubicación del tercer tramo como su resultado más destacado, pero ayer mejoró esa posición al llegar con el pelotón de vanguardia a la meta. En la clasificación general, el patagónico está en la 40ma colocación, mientras que figura sexto entre los mejores jóvenes de la carrera francesa. Después de varios días de accidentes y nervios, el pelotón se lo tomó con relativa calma a medida que atravesaba la costa normanda, hasta que faltando 600 metros Martin perdió el equilibrio y, casi como fichas de dominó, varios de los ciclistas de la cabeza de la carrera le siguieron. Entre los afectados por el accidente está el italiano Nibali, el colombiano Nairo Quintana y Van Garderen, que vieron cómo el checo Zdenek Stybar, compañero de Martin, esprintaba para ganar el parcial.
Nibali terminó con algunas magulladuras en la rodilla, y Quintana tenía sangre en la mano.
Hoy se disputará la séptima etapa que presenta un perfil para que haya una nueva llegada agrupada entre Livarot y Fougeres, con 190,5 kilómetros totalmente planos, última oportunidad de la primera semana de un final al “sprint”.
Una única dificultad montañosa puntuable, la cota de Canapville, a 12,5 kilómetros de la salida, rompe el perfil plano de la etapa, protegida además del viento, lo que deja poca duda a que el final lo disputarán los velocistas.

