El británico Chris Froome superó ayer en la decimonovena etapa el principal obstáculo que hasta el momento se le ha presentado en el Tour de Francia. El susto no se lo dieron sus rivales, sino una caída a 12 kilómetros de la cima de Bettex que le dejo herido en su costado derecho. Igual que cayó, se levantó, se subió a la bicicleta de su compañero Geraint Thomas y siguió en carrera con la ayuda de sus compañeros del Sky, una vez más los grandes protectores de su líder.
Sin lesiones importantes, Froome llegó a meta magullado pero sin haber perdido tiempo considerable con respecto a sus rivales. La jornada tuvo consecuencias en las restantes plazas del podio. La hazaña del francés Romain Bardet le condujo a la segunda plaza, y en la tercera figura el colombiano Nairo Quintana.
Desaparecieron del podio el holandés Bauke Mollema (Trek) y el británico Adam Yates (Orica), ambos en día complicado. El primero se cayó, quedó aislado y pagó el esfuerzo en el último puerto. El joven de Manchester sufrió ‘el primer mal día en el Tour‘, y aún habiendo ‘bajado’ al cuarto puesto se mantiene como el mejor de los jóvenes. Hoy se disputará la penúltima etapa, también será en Los Alpes, entre Megève y Morzine. Serán 146,5 km con cuatro puertos, el último, de categoría especial en la cima de la Joux Plane, a 12 kilómetros de la meta.

