Vélez Sarsfield logró una difícil victoria sobre Belgrano de Córdoba, por 2-0, y se clasificó a la siguiente instancia de la Copa Sudamericana de fútbol, dado que en el partido de ida había caído por 1-0. Rescaldani y Pratto, éste de penal, marcaron los goles. Uno en cada tiempo de un partido por demás entretenido y que mostró un buen nivel del equipo de Gareca.

En el primer tiempo, Vélez y Belgrano se repartieron la pelota y también las irregularidades. Y, como se dan las rarezas propias del fútbol, cuando el local había disminuído en su afán de ir al arco rival, llegó al gol.

Fue a los 28’ y luego de una jugada notable de pases en velocidad y, esa vez sí, con precisión. La tocaron varios luego de una jugada por izquierda ideada por Allione, que terminó en taco de Pratto, otra pase de Allione y un toque sutil de Rescaldani al fondo del arco, ante la salida desesperada de Olave.

Belgrano -que había tenido una oportunidad clara en el amanecer del partido que terminó con una salvada providencial del defensor Papa- después sólo se acercó un par de veces al arco de Sosa pero con poca profundidad. Vélez, a todo ésto, tuvo su gol y con eso pareció contentarse, aunque fue más incisivo.

El complemento largó con la misma tónica. Si bien el 1-0 para el local mandaba a una definición por penales, ninguno se contentó con eso y fueron al frente. Belgrano buscó oxígeno y cambió dos hombres. Vélez, siempre entero, empezó a ir a cara descubierta. Por eso, a los 18’ la defensa visitante le sacó sobre la línea el gol a Allione. Y, más tarde, llegó el ya por entonces lógico desnivel. Es que Teté González bajó a Allione en el área y el penal lo ejecutó en gran forma el grandote Pratto, que la mandó al fondo con categoría.

Belgrano, herido, puso toda la carne al asador. Mandó a otro delantero (el uruguayo Bueno) y atacó con tres.

El partido entró en el vértigo. Se lo comió Velázquez para el cordobés. Y la otra clarísima se dio a los 41’, cuando Pittinari metió una “puñalada” desde lejos que Sosa mandó al córner.