No importaron todos los contratiempos, ni el aburrimiento, ni el calor y la incomodidad. Un grupo de 25 sanjuaninos, armados hasta los dientes de pura paciencia, viajó nada menos que 30 horas sólo para alentar a UPCN en Formosa. Son miembros del gremio, simpatizantes y allegados al plantel, como la novia de Alberto Varela, el encargado de las estadísticas del equipo sanjuanino, quienes viajaron en un colectivo contratado especialmente. Es la primera vez en la corta historia de UPCN Vóley Club que tantas personas siguieron al equipo fuera de la provincia y lo hicieron tras afrontar un agotador traslado.
Las ganas de alentar a UPCN en esta difícil instancia se pusieron a prueba en un viaje de teóricas 22 horas que duró unas interminables 30, por una serie de hechos que transformaron al traslado en toda una odisea. El aire acondicionado se rompió en Caucete y hubo que llegar a un taller de Córdoba para arreglarlo. "Lo bueno es que con el sauna, ya bajamos varios kilos", decía Horacio Manrique, siempre con la moral en alto pese a soportar la siesta por las calurosas rutas riojanas sin ese preciado aire.
Por la noche, con una lluvia que parecía diluvio, más de un rayo que cayó cerca del micro, la marcha se hizo muy lenta. Para colmo, en Santa Fe, producto quizá de la poca visibilidad, los choferes erraron la ruta, por lo que tras varios kilómetros, se emprendió luego el regreso por el camino correcto. Eso, sumado a las paradas para almorzar, cenar, desayunar y volver a almorzar, terminó redondeando un viaje de 30 horas exactas.
En Formosa se enteraron que viajaban hinchas sanjuaninos y se armó un operativo especial de seguridad, ya que creían que viajaban 5 micros, contó un formoseño. Y como entre ambos equipos hay una conocida rivalidad y de hecho, los juegos en San Juan fueron calificados como de "alto riesgo" por parte de la ACLAV, la hinchada sanjuanina contó con un amplio seguimiento de la Infantería local.
En el estadio, sacaron sus "maderitas aplaudidoras", que son dos cuadrados de machimbre con sendos elásticos, que se colocan en las manos para aplaudir y hacer ruido. Y se hicieron escuchar hasta el rápido final, cuando UPCN arrasó en el partido y la serie.

